Iberdrola registró un beneficio neto de 5.471 millones de euros hasta septiembre, un 50% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, con lo que consigue niveles máximos impulsada por un nuevo récord de inversiones y por las plusvalías generadas por la venta de activos en México. Además, según ha informado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y ha recogido EFE, su resultado bruto de explotación (EBITDA) alcanzó los 13.269 millones, un 23% más en comparativa interanual, gracias al crecimiento en países con rating A. Si se excluyen los efectos asociados a la operación en México y la recuperación del déficit de tarifa de Reino Unido, el beneficio neto recurrente ascendería a 4.305,4 millones, un 22,4% más que en los nueve primeros meses de 2023. Ello mejora las previsiones para final de año del grupo, que aspira a que el beneficio neto, sin contar las plusvalías, se incremente en un 14%, en línea con el crecimiento del dividendo a cuenta, hasta los 5.550 millones, como consecuencia de los nuevos marcos tarifarios de las redes, el incremento de la capacidad instalada y al aumento de los contratos a largo plazo. El EBITDA recurrente avanzó hasta septiembre un 11%, a 11.551 millones de euros. El 82% de éste proviene de países con calificación crediticia A. La compañía atribuye el incremento de los resultados al buen comportamiento de la generación renovable, las plusvalías provenientes de la rotación de activos y el aumento de las inversiones.
La energética ha alcanzado las inversiones más altas de su historia, 12.300 millones, en los últimos doce meses, fundamentalmente en Estados Unidos y Reino Unido. En este tema, el desempeño del grupo se encuentra por delante de los objetivos de su plan estratégico. Solo en los nueve primeros meses de 2024, las inversiones subieron un 12% hasta los 8.600 millones, con un mayor peso del negocio regulado. Unos 4.400 millones los ha destinado a redes -un 25 % más- en los tres primeros trimestres. En la actualidad, la base de activos de redes eléctricas alcanza ya los 47.600 millones (incluyendo la británica ENW), suponiendo EEUU y el Reino Unido el 60% del total. Por su parte, la cifra de negocios cayó durante este periodo un 11%, hasta los 33.116,8 millones. Iberdrola ha aumentado asimismo su dividendo a cuenta un 14%, hasta los 0,23 euros por acción, tras alcanzar este año ya el suelo para 2025, fijado en 0,55 euros -en 2024 ha distribuido 0,558 euros por título-.
El crecimiento del negocio ha venido acompañado por una solidez financiera. De este modo, la compañía ha incrementado su flujo de caja un 69%, hasta los 13.821 millones. Así el FFO/deuda neta ha mejorado en 210 puntos básicos, hasta el 25,3%. La multinacional española posee una liquidez de 22.100 millones, lo que le permitiría cubrir 20 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado. A tenor de sus datos, ha conseguido disminuir el coste de su deuda en 14 puntos básicos, hasta situarse en el 4,84%.
Mención aparte dedica su informe a la partida de tributos, que se sitúa en 1.924 millones hasta septiembre, un 7,3% menos, por la recuperación del gasto del bono social de los años 2017-2021 y del canon hidroeléctrico. Excluyendo ambos impactos, los tributos subirían un 5,3%, hasta los 2.186 millones.
Desde la compañía resaltan la evolución de su plan estratégico, en un momento en el que ronda los 90.000 millones de capitalización. En la actualidad, tiene el 90% de la cadena de suministro asegurada para redes y renovables hasta 2026. La energética tiene previsto aumentar sus previsiones de inversión en estas dos tecnologías en un entorno de mayor apoyo regulatorio. Iberdrola ha cerrado contratos a largo plazo por 5 millones de megavatios hora (MWh) en 2024 y suministra más de 10 teravatios hora (TWh) a tecnológicas. A esto se une su papel como facilitador en el desarrollo de los centros de datos, ya que cuenta con 615 megavatios (MW) con conexión asegurada en Madrid y Aragón y una cartera potencial de 5 gigavatios (GW).