El Ministerio de Inclusión ha introducido in extremis el Mecanismo de Equidad Intergeneracional que sube las cotizaciones sociales 0,6 puntos desde 2023 hasta 2032 en una enmienda de ERC y Bildu. Así lo ha hecho en la Ponencia del proyecto de ley de reforma de las pensiones, con el fin de transaccionarlo el lunes en la Comisión. El resto de flecos pendientes de la reforma los ha colado en enmiendas de sus socios de investidura, con la misma mecánica.
La elección de ERC y Bildu para la polémica subida de cotizaciones pactada con los sindicatos a espaldas de CEOE no prefigura su aceptación, ha advertido el diputado de ERC, según fuentes conocedoras, que señalan que se perfila que lo acabe avalando. Pero antes, el Grupo Republicano ha avisado de que quiere introducir cambios en el Mecanismo, planteamiento que comparte Bildu.
ERC va a perfilar este fin de semana cambios a la subida, que inicialmente se planteó desde el Gobierno como equitativa para empresa y trabajador, pero luego se subió la carga de la empresa a 0,4 puntos, y 0,2 para el trabajador, para cerrarse la propuesta en 0,5 y 0,1 puntos, respectivamente, con lo que las empresas asumen el 80% del golpe. Pues bien, este porcentaje ahora podría aumentarse. También cabría un incremento de la duración del alza más allá de una década, como pedían los sindicatos. A esto se suma que los Grupos pueden utilizar su apoyo para exigir que se aprueben sus enmiendas.
El Grupo Socialista no ha introducido técnicamente enmiendas, sino una serie de propuestas que ha colgado de las enmiendas de sus socios para su aprobación urgente el lunes y remisión al Senado, con el fin de que la reforma esté aprobada el 31 de diciembre, junto con la reforma laboral. Es el compromiso del Gobierno con Bruselas para recibir el segundo tramo de fondos del Plan de Recuperación, dotado con 13.793 millones de euros.
Esta técnica legislativa in extremis y sin consultar a los Grupos ha sido muy criticada por la Comisión del Pacto de Toledo, a excepción del Grupo Socialista y del de Podemos. Este último había presentado dos enmiendas que luego retiró y durante su intervención ayer se mostró favorable a la reforma. El propio José Luis Escrivá entonó ayer un 'mea culpa' por las formas legislativas, pero se escudó a la vez en la ralentización que a su juicio imponen los agentes sociales en la negociación y en los plazos que plantea Bruselas.
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