El hombre detenido tras haber sido grabado por una cámara agrediendo a su pareja en un portal de la localidad alicantina de San Juan ha asegurado en el juicio que fue un "arrebato de celos" porque la vio con otro chico. Además, ha pedido perdón a las mujeres que se han identificado con el vídeo pero ha insistido en que no sabía lo que hacía y que cometió "una locura".
El acusado, de 22 años, se ha expresado en estos términos al final del juicio, que se ha celebrado este viernes en el juzgado de lo Penal número 6 de Alicante, durante su derecho a usar la última palabra ya que se ha negado en la vista a contestar a las preguntas de las partes.
Según ha dicho, "nunca" ha tocado a una mujer y ha afirmado que tampoco ha amenazado a la víctima ni existe "ese miedo" que quieren hacer creer los medios de comunicación, a quienes antes de entrar al juicio ha proclamado que se arrepentía "mucho" de su acción.
Tampoco la víctima ha querido declarar en la vista ni ha presentado denuncia contra el acusado, del que ha reconocido que es su pareja actual, y que se enfrenta a dos años y tres meses de cárcel después de que el ministerio fiscal haya elevado la petición de nueve meses de prisión que inicialmente pedía para él por las lesiones sufridas por la mujer, dado que ha necesitado más de 15 días de tratamiento médico para curarse. Además, ha solicitado que durante tres años no se pueda acercar a 500 metros de la víctima.
Asimismo, el ministerio fiscal ha solicitado el mantenimiento del acusado en prisión provisional y ha destacado la "brutalidad" de la totalidad de las imágenes del vídeo que se han visionado en la sala como prueba documental. Es un "clamoroso ejemplo de violencia de género", ha dicho, al tiempo que ha señalado el sometimiento de la víctima respecto al acusado.
Por su parte, la defensa, quien al inicio de la vista se ha quejado del trato recibido por su representado, ha intentado invalidar la prueba audiovisual aludiendo a la Ley de Protección de Datos y ha hecho hincapié en que no quedaba probado que la víctima mintiera cuando dijo al médico de urgencias al que acudió que las lesiones eran consecuencia de un accidente doméstico causado por una caída.
Además, ha pedido la suspensión de la prisión provisional del imputado alegando que es la primera vez que va a la cárcel y que no pertenece a "ninguna organización criminal".
Durante el juicio, que ha comenzado con una hora de retraso y se ha prolongado toda la mañana, los guardias civiles que han testificado han constatado el "miedo" de la mujer. Además, el instructor del atestado ha declarado que aunque el test de riesgo de volver a sufrir otra agresión que se le practicó a la víctima dio como resultado "bajo", él lo incrementó a medio, ya que al dejar ésta sin contestar la mayoría de preguntas y sólo responder que había recibido injurias y amenazas, creyó que debía volorarlo así para evitar que sucediera de nuevo un episodio como éste.
Se negó a ser reconocida por el forense
El médico forense, por su lado, ha reconocido que no pudo examinar a la víctima, ya que la mujer se negó a ello, y que su informe se basa en el parte de urgencias. No obstante, ha afirmado que tras ver las imágenes las lesiones "pueden ser compatibles" con la agresión.
También han declarado como testigos dos vecinos y una amiga de la víctima.
Según informó en su momento la Guardia Civil, los hechos ocurrieron el domingo 20 de noviembre cuando el hombre propinó una paliza a su compañera sentimental en el portal de su domicilio de San Juan. Los hechos fueron grabados por un circuito cerrado de televisión que se había instalado recientemente en la comunidad de vecinos.
Las imágenes muestran cómo la víctima, una mujer de nacionalidad húngara y 38 años, llega al portal del inmueble donde reside. En ese momento, aparece su pareja, que debió verla llegar desde el domicilio, y la recibe con una serie de golpes que la derriban.
El agresor, mientras que la víctima estaba aturdida en el suelo, sale a la calle a comprobar que no hay testigos que puedan ver lo que sucede en el portal y vuelve para continuar con las agresiones. Durante cinco minutos, continua con la agresión a la mujer, hasta que, finalmente, la arrastra cogiéndola del cabello por la escalera y la introduce en el ascensor.