A 1 de junio pasado, el sistema público soportaba el pago de un total de 9.854.685 pensiones, de las que 6.160.232 eran de jubilación y 2.357.930, de viudedad, los dos grupos más importantes. El resto (poco más de 1,33 millones) se reparte entre pensiones de incapacidad permanente (alrededor de 950.000), orfandad y favor familiar. La cifra total supone un aumento de algo más de 100.000 pensiones en relación con el mínimo registrado en mayo del pasado año, uno de los meses más críticos de la primera ola de la pandemia, cuando el número tocó mínimos en 9.754.132. La nómina mensual que tiene que abordar la Seguridad Social se elevó el pasado mes de junio a 10.180 millones de euros, después de romper la barrera de los 10.000 euros el mes de enero.
Estos datos, que publica el Instituto Nacional de la Seguridad Social, se interpretan como un signo de que el sistema público de pensiones empieza a recobrar la normalidad. Otras cifras que corroboran esta impresión son las altas iniciales de jubilación hasta mayo, muy superiores a las acumuladas en los cinco primeros meses del año 2020 e incluso ligeramente por encima de las apuntadas en el mismo periodo de 2019. Además, se ha contenido el número de bajas definitivas, elevadísimo el pasado año por los efectos que la crisis sanitaria tuvo sobre las personas de más edad.
En los cinco primeros meses de este año, las altas iniciales de jubilación han sumado 136.522, lo que supone un incremento de 35.708 en relación con el mismo periodo de 2020, lo que equivale al 35,42%. Si la comparación se efectúa sobre el periodo comprendido entre los meses de enero y mayo de 2019, un año que no se vio afectado por la pandemia en ninguno de sus meses, la tendencia positiva se mantiene, pero en unos niveles más moderados: el 0,8%.
El pasado mes de mayo se dieron de alta para percibir la correspondiente pensión de jubilación 28.918 personas, 9.000 más que doce meses antes, una cifra superior también a las de mayo de 2019 y 2018. En abril sucedió lo mismo. Las 24.864 altas de jubilación mejoraron en más de 9.000 personas, un 56,76%, las del mismo mes de 2020 y fueron asimismo mejores que las de abril de 2019. Ambos datos vienen a confirmar que tras el “shock” de los primeros meses de la pandemia el sistema público de pensiones empieza a tomar velocidad de crucero.
La cifra total supone un aumento de algo más de 100.000 pensiones en relación con el mínimo registrado en mayo del pasado año, uno de los meses más críticos de la primera ola de la pandemia
Las altas de jubilación en el sistema suelen oscilar bastante en función de los años. En 2017 se dieron de alta cerca de 310.000 personas; en 2018, más de 328.000, y en 2019, algo más de 303.000. Como consecuencia de los efectos de la pandemia, en 2020, las altas se redujeron a 285.870, un 5,77% menos, pero en la primera mitad del ejercicio el desplome llegó a ser del 22,6%. Haciendo una simple extrapolación de los números, de seguir el ritmo actual, en el conjunto del presente año se podrían dar de alta en la jubilación alrededor de 320.000 personas.
Si se tienen en cuenta todas las pensiones en vigor (jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y favor familiar), el número de altas anuales en el sistema ha superado siempre el medio millón en los últimos cinco años. En 2020, las altas se redujeron en 27.747 pensiones, un 4,9%, pero se superó con creces este listón. Para el conjunto del año, el ritmo mensual de altas de esta primera parte del año hace prever una cifra conjunta para 2021 superior a las 600.000 altas.
Altas iniciales de jubilación
El número de altas iniciales de jubilación ha crecido a tasas interanuales de entre el 1,35% en el año 2015 y el 2,26% de 2013, el porcentaje más elevado del los últimos diez años. En 2020 se truncó esa tendencia al registrar el crecimiento anual más bajo, con apenas el 0,6%, según los números de la Seguridad Social.
En el caso de las pensiones de viudedad, las altas han ido reduciendo su ritmo de crecimiento hasta detenerse en 2018 y 2019 y reducirse en 2020 un 0,59%. últimos trece meses, desde abril de 2020 ha registrado descensos consecutivos. En mayo y junio las variaciones han vuelto a terreno positivo. Los crecimientos del 0,5% de estos dos últimos meses son similares a los de los años 2012 y 2013.
El número de bajas definitivas en el sistema público de pensiones es otro hecho a tener en cuenta a la hora de ver el cambio de tendencia. El año 2020 ha sido una excepción. La Seguridad Social tiene contabilizadas 517.924, 64.000 más que en el año anterior, un 14,12%. De esta cifra, 310.589 correspondieron a pensiones de jubilación, 43.042 más que en 2019, lo que se traduce en un aumento del 16,08%. La segunda cifra en importancia corresponde a las bajas en las pensiones de viudedad, que en 2020 alcanzaron las 152.264, un 17,3% más que en el año anterior.
En los cinco primeros meses de este año, las bajas registradas suman 220.505 en el conjunto de las pensiones, 25.189 menos que en el mismo periodo de 2020, un 10,25%. Si la comparación se reduce a las pensiones de jubilación, la caída es del 8,9% (13.313 personas).