Pocos meses después de lanzar el primer TAG Heuer Aquaracer Solargraph llega una nueva versión de este revolucionario reloj. Lo hace con la forma del Aquaracer Professional 200. Hay que decir que la filosofía creativa del TAG Heuer Aquaracer siempre se ha basado en la fusión perfecta con los elementos sin perder su propia elegancia natural y es la que se aplicó con la integración del movimiento impulsado por energía solar. Este año, TAG Heuer lo ha diseñado en titanio, con un efecto metálico, y como el anterior destaca por su comodidad, solidez y durabilidad.
El secreto de su funcionamiento se halla en su singular esfera, parcialmente transparente, que permite que el movimiento se recargue con los rayos del sol. Se complementa con el azul polar, una evocación de la aurora boreal que ilumina las noches en el Círculo Polar Ártico, y un guiño a los orígenes de la filosofía outdoor del reloj TAG Heuer Aquaracer. Su elegante y deportivo brazalete también es de titanio para una mayor ergonomía y confort.
El movimiento Solargraph de TAG Heuer ofrece varias ventajas. La principal, que no hace falta cambiar la pila del reloj: se recarga con el sol o la luz artificial. Basta con una exposición directa de dos minutos a la luz solar para que el reloj tenga potencia para todo el día. Una vez cargado por completo tras menos de 20 horas bajo el sol, el reloj puede funcionar hasta seis meses sin ser expuesto a la luz. Si el reloj dejara de funcionar, basta con exponerlo de nuevo a cualquier fuente de luz durante diez segundos para que vuelva a ponerse en marcha, gracias a su tiempo de recarga ultraeficiente.
Para desarrollar este eficaz y fiable movimiento que responde al nombre de calibre TH50-00, TAG Heuer colaboró con la manufactura La Joux-Perret en La Chaux-de-Fonds, Suiza. El calibre TH50-00 está desarrollado y fabricado en exclusiva para TAG Heuer y disfruta de una garantía ampliada de cinco años.