Ni el frío ni las intensas ráfagas de viento que azotan estos días Madrid han podido con los cientos de personas que aguardan a las puertas del Teatro Real poder asistir en directo al Sorteo Extraordinario de Navidad. Entre ellas, los langostinos Rodolfos, las estrellas de la fila, en la que tampoco faltan Don Quijote y Sancho, el Papa, Los Pollos y el Árbol de Navidad.
Desde la medianoche dicen que llevan los Rodolfos guardando su sitio en la fila del Real, donde han acaparado la atención de los asistentes con su principal reivindicación: “Chúpame la cabeza, la cabeza chúpame”.
Lo hacen poco después de que se supiera la recomendación de Sanidad de precisamente no hacerlo. “Hemos venido a pasarlo la mar de bien. Nos va a tocar el Gordo”, dice eufórica una de ellas. Sin embargo, estos moluscos han levantado la ira de sus vecinos de cola, entre ellos el grupo encabezado por Elisabeth, que lleva toda la noche “con un frío que pela”.
Autobús de Asturias
Ella y sus seis amigos cogieron ayer un autobús desde Asturias para ver en vivo este gran acontecimiento navideño, pero “las gambas se han colocado ahí a las 7”, afirma indignada. Más allá de estos pequeños desencuentros, la ilusión reina en la fila, cuyos ánimos aumentan a medida que se acerca el inicio del sorteo.
Como la de Manolita, la primera de la fila, quien a sus 82 años ha tenido fuerzas para guardar su sitio desde el viernes pasado. Lleva seis años haciéndolo, cada uno con un disfraz distinto. Este ha tocado el de árbol de navidad y está convencida que, con los 58 decimos que juega enteros, va a ser “la de verdad” y se va a llevar el Gordo.
De eso mismo están seguros Don Quijote y Sancho. El fiel escudero se ha apuntado al compromiso con el planeta y va vestido de bombo con el número 00000 “emisiones al entorno”. “Este año nos vamos con el Gordo”, asegura.