La salida del Reino Unido de la Unión Europea implicaría también la salida de Gibraltar, a menos que otro país miembro de la Comunidad asuma sus relaciones exteriores. Esta realidad ha activado las alarmas en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, donde buscan fórmulas para evitar esta salida, según ha publicado este sábado el diario ABC. La situación lleva a España a plantear la resolución del conflicto centenario. Así, Madrid apuesta por la cosoberanía temporal, la doble nacionalidad y un estatuto de autonomía.
Londres, por su parte, no está dispuesto a aceptar que un día tengan que perder la soberanía sobre el Peñón, por lo que insiste en que solo puede haber cosoberanía si es ilimitada y sostiene que los gibraltareños deberán aprobar el acuerdo; algo que según expertos probablemente rechazarán.
España estaría dispuesto a asumir las relaciones exteriores de Gibraltar de alcanzarse el acuerdo sobre la cosoberanía. Hay quienes sin embargo no creen que los gibraltareños lo acepten, al menos no por ahora. De concretarse la salida de Gibraltar de la Unión Europea, España queda automáticamente liberada de sus compromisos. Así, se regresaría al Tratado de Utrecht y las resoluciones de la ONU. El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación sostiene que se trata de una ocasión única para solucionar el contencioso de manera justa y razonable.
El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha expresado este viernes su deseo de tomarse "una cerveza" con el rey Felipe VI para tratar sobre la situación de la colonia británica, estando seguro de que, en ese caso, llegarían al acuerdo de que es a Gibraltar a quien le corresponde "el derecho a decidir" sobre su futuro.
Si el Rey quiere "sentarse a tomar una cerveza" con el ministro de Gibraltar, él estaría "encantado de la vida"
Según ha dicho Picardo este viernes en declaraciones antes de participar en Córdoba en el Congreso de la Sabiduría y el Conocimiento de la Cadena SER, "Gibraltar está dispuesto a sentarse con quien sea que esté dispuesto a hablar del bienestar de toda la zona del Campo de Gibraltar y que esté dispuesto a hablar de un futuro bueno para los gibraltareños y para la gente del Campo de Gibraltar", pero sin hablar de soberanía, "porque lo que corresponde hoy por hoy es aceptar que el derecho a decidir es lo que debe imperar, y los gibraltareños ya han dicho dos veces que quieren seguir siendo británicos".
El ministro principal de Gibraltar no se sentaría a hablar con el Rey "para hablar de una cosa" que no le permite su pueblo y que tampoco él va a negociar, como es la soberanía. Sin embargo, ha asegurado que si el Rey quiere "sentarse a tomar una cerveza" con él, estaría "encantado de la vida", teniendo claro que "el único que va a decidir sobre el futuro de Gibraltar, el soberano en relación a la soberanía de Gibraltar, es el pueblo de Gibraltar, que ya ha hablado, y Gibraltar es británico", pues, "si Brexit quiere decir Brexit, entonces británico quiere decir británico".