El lío autonómico no es ajeno tampoco al sector de la ciberseguridad. Las autonomías han ido levantando poco a poco sus propias agencias. Cataluña y País Vasco fueron de las primeras en lanzar sus organismos para combatir los ciberataques y generar cultura en torno a la ciberseguridad, pero también Andalucía, Galicia o Madrid han hecho lo propio.
Esto es un galimatías tanto por lo que supone en sí la coordinación de organismos de distintas regiones como por las tensiones entre el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y el CCN (Centro Criptológico Nacional), organismo dependiente del CNI (Centro Nacional de Inteligencia). Las diferencias entre ambos organismos están retrasando el lanzamiento de una Agencia de Ciberseguridad Nacional que las coordine a todas.
El objetivo de la Agencia Nacional de Ciberseguridad sería disponer de la información más reciente y completa sobre ciberamenazas de todas las autonomías para poder hacer frente de la mejor manera posible a los riesgos del mundo cibernético, además de establecer estrategias conjuntas de defensa
Ambos organismos mantienen un pulso por mantener el control de la futura Agencia Nacional de Ciberseguridad, lo que está retrasando su lanzamiento más de lo que el sector y el aumento de las amenazas se puede permitir, tal y como adelantó este diario.
Entre las funciones de esta nueva figura estaría coordinar el correcto flujo de datos entre las diferencias agencias autonómicas, y gestionar a su vez la relación y compartición de datos con otras agencias a escala europea.
Se trata de disponer de la información más reciente y completa sobre ciberamenazas para poder hacer frente de la mejor manera posible a los riesgos del mundo cibernético, además de establecer estrategias comunes de defensa.
Sin embargo, distintas fuentes consultadas por este diario, todas ellas relacionadas directamente con empresas del sector de la ciberseguridad y las grandes consultoras, explican a este diario que "las fricciones entre Incibe y CNI están haciendo imposible, de momento, que el proyecto avance". Añaden además que el hecho de que todo esté en distintos silos o agencias de ciberseguridad no va a permitir un flujo natural de los datos y la inteligencia. "Es algo crítico. No se entiende que un país que tiene un único ejército para luchar en el terreno físico tenga distintos órganos dispersos cuando se trata del ámbito cibernético. Por ello, se necesita cuanto antes una Agencia Nacional de Ciberseguridad que centralice todo".
Una situación que se produce en un mal momento por la intensidad y aumento de los ciberataques tras declararse la guerra de Ucrania en marzo de 2022. Fuentes internas de la Guardia Civil aseguran a este diario que, en la actualidad, el 80% de las denuncias presentadas por los ciudadanos españoles tienen que ver con actividades fraudulentas o incidentes en Internet.
España, el objetivo de Rusia
España es uno de los países del mundo más atacados por 'hacktivistas' prorrusos tras su apoyo a Ucrania en la guerra contra el país presidido por Vladimir Putin, según ha informado el Centro Criptológico Nacional.
El CCN ha hecho público su 'Informe de Ciberamenazas y Tendencias 2024', donde analiza las principales amenazas registradas durante 2023 y las tendencias de los próximos años. El trabajo detalla que los actores estatales, los colectivos 'hacktivistas' y los grupos cibercriminales concentran y generan la mayoría de los ciberataques a escala nacional e internacional.
En referencia al 'hacktivismo', la gran mayoría de la actividad registrada en 2023 ha estado vinculada a dos conflictos armados activos, el de Rusia y Ucrania y el de Israel y Hamás. Decenas de grupos han surgido a raíz de estas guerras, posicionándose a favor y en contra de ambos bandos, con los ataques de denegación de servicio distribuida (DDoS) como los más generalizados.
El CCN ha informado de que en 2023 se han contabilizado ya más de 90 grupos 'hacktivistas' prorrusos y otros 60 en favor de Hamás.
esnalar
28/12/2024 13:01
Pretenden hackers propios, nacionalistas, vagos y delincuentes. Son mucho más eficientes.