La baja laboral es el periodo que un trabajador necesita para recuperarse de una enfermedad o accidente. En ocasiones es necesario tomarse un respiro y faltar cierto tiempo al trabajo -desde un día hasta el periodo que sea necesario-, pero justificarlo de manera adecuada es imperscindible para evitar posibles problemas laborales. Así, este derecho laboral, dispuesto en el Real Decreto 625/2014, de 18 de julio, habla de distintos puntos clave. En primer lugar, se trata de un derecho de todo trabajador disponible para aquellos casos en que este no pueda realizar su actividad por motivos de salud.
Pero además de la baja laboral, hay otros documentos y formatos que también pueden servir al trabajador para darse un respiro y justificar una falta por salud, aunque no con las mismas garantías. El parte de reposo es una de ellas, pero hay que estar al tanto de las diferencias: presentar este documento permite a las empresas no pagarle el día de falta al trabajador. Además de esto, es en el caso de "pagar" estas faltas al trabajo, podrían hacerlo descontando días de vacaciones, algo que también va en detrimento del empleado.
Baja laboral por un día
A pesar de ser una falta de tan solo un día, pedir el parte de baja laboral y rechazar el parte de reposo es esencial. Este último no es otra cosa que un documento acreditativo que confirma la asistencia del trabajador a la consulta médica. Se da en casos en los que el malestar del paciente no es suficiente para otorgarle la baja laboral, por lo que el empleado no goza de los mismos derechos. En estos casos es imprescindible consultar el convenio de la empresa. Si este contempla un permiso retribuido no hay problema, pero también puede hacer alusión a no percibir su parte de salario correspondiente hasta su reincorporación.
Así, buscar la baja laboral para tener todas las garantías de poder descansar y recuperarse mientras recibe su sueldo es la mejor opción para todos los empleados, siempre estando dado de alta en la Segurida Social. Algunos motivos son más frecuentes que otros a la hora de solicitar una baja laboral en España. La enfermedad profesional -problemas que surgen en el trabajo- como el estrés excesivo, la ansiedad o problemas físicos como lesiones en la espalda o el síndrome del túnel tarsiano son los más frecuentes. Les siguen las enfermedades comunes como gripes, infecciones o la depresión, y finalmente los accidentes laborales.
Finalmente, además de estos problemas, hay otros motivos para solicitar y disfrutar de una baja laboral, algunos de ellos más felices. Se trata de la baja por maternidad y paternidad, que asciende en ambos casos a 16 semanas, prolongables hasta las 20 semanas en función del número de nacimientos. Pero también es importante recalcar que la baja laboral es fruto de haber cotizado un mínimo anteriormente: al menos 180 días en los últimos cinco años.