Economía

"Incertidumbre" y "desasosiego" entre los mutualistas por el giro de Hacienda de 180 grados

Los Economistas critican la "falta de seguridad jurídica" de los cambios fiscales de fin de año y ponen el foco en los mutualistas

  • La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. -

La catarata de cambios fiscales que se han aprobado a final de año no debería haberse validado "tan al final del ejercicio y debería llevarse una política fiscal más ordenada". Así lo ha denunciado el Consejo General de Economistas de España (CGE), a través de su órgano especializado de fiscalidad el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), en una comparecencia de urgencia este viernes, en la que han criticado la "poca seguridad jurídica y certidumbre" y han advertido del "desasosiego" de los mutualistas, a los que se cambia de golpe lo que se estableció el pasado marzo.

La Agencia Tributaria (AEAT) ha dejado sin efecto las solicitudes de devolución del IRPF presentadas por los pensionistas de las antiguas mutualidades que todavía estaban pendientes de resolución y ha adoptado un nuevo sistema por el que los beneficiarios tendrán que pedir la devolución cada año hasta 2028.

Según explica la AEAT en su página web, este cambio, recogido en la Ley del impuesto complementario para las multinacionales aprobada el pasado 19 de diciembre, implicará que los beneficiarios tendrán que solicitar cada año la devolución correspondiente a un ejercicio durante las próximas cuatro Campañas de la Renta.

Así, la devolución del ejercicio 2019 se podrá pedir en 2025; la de 2020, en 2026; la de 2021, en 2027, y la de 2022, en 2028, en lugar de hacerlo todo en un único procedimiento como se había previsto en un principio.

Hasta el pasado mes de noviembre, la Agencia Tributaria había devuelto 1.325 millones de euros a los antiguos mutualistas que lo habían solicitado.

Sentencia del Supremo

Este conflicto parte de una sentencia del Tribunal Supremo que dictaminó que los jubilados que reciben pensiones de jubilación o invalidez procedentes de las antiguas mutualidades pueden reducir sus rendimientos del trabajo en la declaración de la Renta, con el objetivo de evitar una doble tributación en los casos en que las aportaciones a las mutualidades no pudieron deducirse en su momento.

En cumplimiento de esta sentencia, la AEAT habilitó el pasado marzo un formulario para que los potenciales beneficiarios solicitaran las devoluciones correspondientes a los ejercicios no prescritos, es decir, entre 2019 y 2023.

Ahora, con el cambio en el procedimiento, las solicitudes ya presentadas pero que no contaran con acuerdo de devolución el pasado 22 de diciembre quedan sin efecto, ya se hubieran entregado mediante autoliquidación, solicitud de rectificación de autoliquidación o con el formulario.

Los mutualistas que se encuentren en esta situación tendrán que volver a solicitar su devolución, aunque completando cuatro formularios diferentes, uno para cada ejercicio, que se habilitarán en la página web de la Agencia Tributaria durante la campaña de la renta, que suele ser en primavera.

Así, durante el plazo de la Campaña de la Renta de 2024, que se abrirá en la primavera de 2025, los mutualistas podrán pedir la devolución correspondiente al IRPF de 2019 y los ejercicios anteriores no prescritos.

Rentas bajas e "impuestos especiales"

Los Economistas han explicado cómo opera el nuevo límite para declarar el IRPF con un segundo pagador, que se ha elevado de 1.500 a 2.500 euros, una rebaja para rentas bajas que puede haberse aprobado para compensar la nueva obligación de declarar para parados, ya que puede evitar que muchos tengan que pagar. Esta última norma se incluyó en un Real Decreto-ley laboral el pasado mayo y ha entrado en vigor en noviembre.

Respecto al impuesto a energéticas que se ha probado en un Real Decreto-ley aparte por ser muy probable que no se convalide, han mostrado su rechazo a este tipo de "impuestos especiales". Como el de la banca, que sigue seguro por tres añois, no será deducible en Sociedades.

Otra muestra de la falta de sosiego en las medidas que denuncian es que el impuesto a cigarrillos electrónicos retrasa su subida a abril por no estar el sector preparado. Las nuevos controles sobre esoftware de doble uso dilatan su entrada en vigor a 2026, y la facturación electrónica, a 2027.

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