De acoger el 18 de abril de 2021 al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en un hospital de Logroño a la ruptura total de las comunicaciones con el movimiento de liberación saharaui este domingo. Este ha sido el camino recorrido en menos de un año por el Gobierno de Sánchez en su política exterior con el Magreb. En el comunicado de la delegación del movimiento para España, el Polisario ha dado a conocer esta madrugada su decisión como respuesta a la reciente declaración conjunta del jueves entre Madrid y Rabat para normalizar sus relaciones. Desde el Ministerio de Exteriores español han señalado que "siempre" mantendrán abiertas todas las vías de interlocución.
La organización ha advertido de que el plan de autonomía marroquí pretende "legitimar la anexión por la fuerza de territorios del Sáhara Occidental y la apropiación de los derechos inalienables del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia".
La organización que lidera Ghali ha explicado que esta decisión es un mensaje dirigido al ejecutivo presidido por Pedro Sánchez para que "deje de instrumentalizar la cuestión saharaui en operaciones de contrapartidas y compensaciones vergonzosas con el ocupante". Además, emplaza a Madrid a "adherirse a los preceptos de la legalidad internacional, que consagra tanto el inalienable derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación como el respeto de las fronteras internacionalmente reconocidas de su territorio".
El Frente Polisario recuerda al Gobierno español las "responsabilidades" y "compromisos de carácter irrevocable" del Estado español con el pueblo saharaui y la ONU en calidad de "potencia administradora del territorio" tras el frustrado proceso de descolonización.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores, comandado por José Manuel Albares, ha asegurado que "siempre mantendrá abiertas todas las vías de interlocución" con el Frente Polisario, según han informado a Europa Press fuentes de este Departamento. Estas mismas fuentes aseguran que en el Ministerio han conocido la noticia por los medios de comunicación, subrayando que "España considera que el diálogo es la mejor vía para abordar las diferencias y siempre mantendrá abiertas todas las vías de interlocución".
Nueva relación con Marruecos
El pasado jueves, España y Marruecos establecieron una nueva etapa en sus relaciones con la reunión en Rabat del rey Mohamed VI y el presidente Pedro Sánchez, reunión concertada tras el cambio de posición de España al avalar la propuesta de Marruecos de que la antigua colonia española del Sáhara Occidental sea una región con autonomía dentro de Marruecos.
Como resultado de este encuentro se publicó una declaración conjunta con varios puntos que marcan las claves de la nueva relación entablada por los dos países. En el primero de ellos, España reconoce "la importancia de la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos" y vuelve a reiterar que "la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo", como ya expresó Sánchez en su carta al monarca, lo que ha permitido iniciar esta nueva era en la relación.
La integridad territorial de Ceuta y Melilla
Sin embargo, en ninguno de los puntos de la declaración conjunta aparece mencionada la necesidad de garantizar la integridad territorial y la soberanía, uno de los aspectos mencionados por el Gobierno en sus comunicados en estas dos últimas semanas y de los argumentos que había ofrecido para respaldar su nueva postura.
En este sentido, desde Moncloa defienden que España no necesita que Marruecos reconozca las dos ciudades autónomas como tampoco otras ciudades de la península y esgrimen que el Gobierno no tiene que hablar de la integridad territorial con ningún país.
Precisamente, este domingo, Europa Press ha desvelado que el Gobierno no prevé hacer público el plan integral para Ceuta y Melilla que incluye la nueva Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada en diciembre del pasado año, ya que el texto en el que trabaja estará sujeto a confidencialidad por la Ley de Secretos Oficiales del Estado.
Desde el acercamiento de España y Marruecos se han sucedido una serie de gestos que confirman el inicio de la nueva relación. Por ejemplo, este domingo se ha conocido que se potenciará el retorno de los migrantes que llegaron de forma irregular a Canarias al abrir dos nuevas rutas desde las islas hasta Casablanca y Agadir, que se suma a la ya existente hasta El Aaiún, según informan a Europa Press fuentes gubernamentales.