La muerte de Rita Barberá no está exenta de polémica. Según describe el periódico El Mundo, Barberá mandó un sms a un alto cargo del Interior donde alertaba de que la estaban amenazando: "Simplemente recordarte la nueva carta de amenaza de muerte que he recibido. Esta vez me dan de plazo hasta el día 1. Bss. Espero verte días después. Rita".
Según han declarado fuentes cercanas a El Mundo, Barberá llevaba más de un año recibiendo amenazas de muerte, como recibir en dos ocasiones un sobre con balas, siendo éstas las únicas amenazas que llegó a denunciar. Estos hechos y su situación profesional actual le había provocado que la exalcaldesa tuviera que medicarse por estrés y por hipertensión.
El exministro José Manuel García-Margallo, amigo íntimo de Barberá asegura que tras la declaración el en Tribunal Supremo: "Me dijo que estaba tranquila, que sabía que iba a quedar en nada. No me imaginé que estuviese tan mal", y señala que Barberá se encontraba con depresión. La noche en la que Barberá se empezó a encontrar mal, había quedado con Margallo para salir a cenar.
A las siete de la mañana, el cuerpo sin vida de Rita Barberá descansaba sobre la cama de la habitación donde se produjo, horas antes, el infarto de corazón que le provocó la muerte.