El dueño de la empresa Licuas, Joaquín Molpeceres, ha testificado hoy en el juicio de Gürtel que es falso lo dicho por el extesorero del PP Luis Bárcenas de que diera 60.000 euros al partido y que alertara al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de la trama de Correa.
Molpeceres ha declarado hoy como testigo en el juicio de esta trama de corrupción política y ha recordado que le sorprendió que al llegar a la Alcaldía de Majadahonda (Madrid) el también acusado Guillermo Ortega el ayuntamiento dejara de adjudicar a Licuas contratos a pesar del prestigio que tenía la empresa que había llevado a cabo diversas obras en el municipio.
Sin embargo ha negado que por ese motivo se quejara ni que alertara a Rajoy de que el presunto líder de la trama, el acusado Francisco Correa, estaba usando el nombre del PP en sus actividades relacionadas con su entramado de empresas, así como que en ese momento donara los 60.000 euros que supuestamente figuran en los "papeles de Bárcenas".
Respecto al extesorero del PP Álvaro Lapuerta ha indicado que le conocía porque un día se lo presentaron en una comida y porque tenían asientos próximos en el Teatro Real de Madrid, pero ha mantenido que no se reunió con él para quejarse de que no le concedían ya obras en Majadahonda a pesar de que hubiera aportado 60.000 euros al partido.
"Nunca hemos aportado dinero a ningún partido y menos al PP", ha asegurado Molpeceres, que sobre lo declarado por Bárcenas ha recalcado: "Es pura mentira, que le pregunten a Rajoy si de verdad me conocen, nunca me he reunido con ellos".
Ha añadido que aunque era amigo de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre ha asegurado que tampoco se quejó ante ella. "No me quejé, ni tocarlo. Cuando eres contratista con la Administración toda la vida no debes quejarte pase lo que pase", ha apostillado.
El testigo, de 85 años, ha recordado que fundó Licuas con el objeto de participar en concursos públicos y que llegó a tener ochocientos trabajadores que aunque no podían competir con las grande compañías sí podían realizar obras menores, pero que en 1991 dejó la labor ejecutiva y nombró a un consejero delegado en la empresa.
Licuas es una de las empresas registradas la semana pasada por orden del juez de la Audiencia Nacional en el marco de otra causa de supuesta corrupción política, relacionada con la gestión del Canal de Isabel II de Madrid, la denominada operación Lezo, por la que está en prisión provisional el sucesor de Esperanza Aguirre en la presidencia de la Comunidad madrileña, Ignacio González.
Molpereces ha asegurado que al único acusado del caso Gürtel al que conoce es a Alberto López Viejo con el que coincidía cuando éste era consejero de Deportes y él presidente de la Unión de Federaciones Deportivas Madrileñas.
Ha reconocido que avaló a López Viejo para la compra de un piso pero ha añadido que éste pagó el préstamo cuando vendió otra vivienda.
Hoy también ha testificado el funcionario de la Comunidad de Madrid jubilado Alfonso Peña Izquierdo que entre 2005 y 2007 fue jefe del Área de Régimen Interior cuando López Viejo era viceconsejero de Presidencia.
Este testigo ha comentado que López Viejo se encargó de organizar los actos a los que asistía Esperanza Aguirre incluso cuando pasó a ser consejero de Deportes y que en esta última etapa iba diciendo que "si no los programaban con él la presidenta de la Comunidad no iba a ir".
Ha señalado que respecto a la etapa de Alberto Ruiz-Gallardón como presidente de la Comunidad se multiplicaron los actos y que hubo que redactar dos pliegos para concursos de organización de los mismos, en 2005 y en 2007.
El testigo ha recordado que llegó a quejarse a la "mano derecha" de López Viejo, el acusado Pedro Rodríguez Pendás, de que estaban convirtiendo la sede de la Comunidad en una fábrica por los continuos montajes ya que había hasta tres eventos diarios cuando antes eran dos o tres al mes.
Ha recordado que López Viejo tachó del pliego redactado conceptos como los de moqueta, sillas, adornos y megafonía, que se facturaron en contratos menores fuera del concurso público pero ha asegurado que desconoce si se pagaron a empresas de Correa aunque ha dicho que eran precios excesivamente caros.