La música popular en castellano siguió ganando por goleada en 2022. El formato álbum ya está agotado pero algunos todavía mantuvieron el tipo y otros ensancharon los recursos de nuestro pop. Los jóvenes músicos cada vez miran con más respeto su propia tradición de canción popular y la aprovechan para expresarse, con el claro caso de Omar Montes a la cabeza.
Motomami (Rosalía)
Hay discos que triunfan más allá de que gusten o no. Este en concreto tiene que entrar en la lista por el hecho de que Rosalía se enfrentó a las divas pop estadounidenses y británicas y logró vencerlas en su propio terreno. No existe ningún recurso artístico en este trabajo que no fuera conocido desde mediados de los dosmiles pero ella los maneja con destreza y personalidad.
Matadero cinco (Taburete)
No se dejen llevar por los prejuicios: incluso si no les gustaron los discos anteriores de Taburete este puede atraparles. Combinan las dosis justas de madurez y frescura, cuajando un repertorio que cada vez suena más sencillo, intenso y popular. La voz de Willy Bárcenas está en plena forma, rota y elegante como dice uno de sus mejores sencillos.
Honestidad Brutal redux (Andrés Calamaro)
Sabemos desde hace tiempo que este álbum, febril y majestuoso, está entre las obras mayores del rock en nuestro idioma. Cuando se publicó algunos dijeron que era el típico álbum doble que podía quedarse en uno solo, pero la realidad es que era perfecto y hasta los descartesque aquí se incluyen suenan disfrutables y sustanciosos.
Enfiestados y amanecidos (Grupo Firme)
Por desgracia, la comunicación musical entre España y América Latina no fluye tan bien como debería. Lo que nos estamos perdiendo ahora en México es una era dorada de la música regional norteña. Lo demuestran estas siete potentes canciones empapadas de alcohol, desamor y tremendas ganas de vivir al máximo.
P’ allá voy (Marc Anthony)
Su concierto en Ifema el pasado verano fue una de las estafas más bochornosas del año, pero eso no debe hacernos olvidar que entregó un estupendo álbum de salsa moderna. Aquí brilla, como siempre, una de las mejores voces de la historia del género y unas letras capaces de explicar conflictos emocionales complejos de la manera más sencilla.
Camilo ha conseguido brillar con un pop cariñoso y luminoso que conquista en cuanto le das una oportunidad
Los dúos 3 (Juan Gabriel)
Puede parecer exagerado destacar entre los discos del año una colección de duetos de canciones ya conocidas de un artista muerto. Si le dan una oportunidad, encontrarán una obra intensa y contagiosa, que abarca desde la energía destaca de “Déjame vivir” -con Anahí- hasta la distinguida melancolía de “Haver you ever seen the rain’”.
“Mundos inmóviles derrumbándose” (Nacho Vegas)
El cantautor asturiano hace tiempo que está entre los mejores compositores de nuestro país, como demuestran estas nuevas canciones que reflejan disfunciones cotidianas de nuestra sociedad deshumanizada y desestructurada. Con su clásico aire distinguido, Vegas vuelve a conmover con clásicos como “El don de la ternura” y “El mundo en torno a ti”, que destacan entre el alto nivel artístico del álbum.
“Quédate” (Quevedo #BZRP music session 52)
Sin duda la canción más importante del año, que irritó a gran parte de la crítica viejuna, incapaces de apreciar la sencillez y potencia de este himno de amor. Se trata de algo parecido a lo que lleva tiempo haciendo Juan Magán, otro artista de gran talento y escasamente apreciado. Pepinazos como este hacen que el disco de Quevedo en 2023 sea uno de los más esperados del año.
“De adento pa’ afuera” (Camilo)
Este debe ser el disco más recomendado a adolescentes por curas de toda América Latina, ya que es la alternativa perfecta al reguetón más promiscuo y deslenguado. El colombiano Camilo lo ha conseguido brillar con un pop cariñoso y luminoso, que desde lejos puede parecer elemental pero que conquista en cuanto le das una oportunidad.
Yorick
Claro que sí. Y Víctor Lenore, el mejor filósofo del año.