Esta semana se anunció el relevo de Mario Gas al frente del Teatro Español por Natalio Grueso, el nuevo fichaje de de Ana Botella para Artes Escénicas. Gas no ha dado declaración alguna al respecto y hasta ahora, se dice que negocia las condiciones de su salida del coliseo. Sin embargo, quedan todavía asuntos sin resolver.
A finales de febrero, ediles del PSOE y UPyD presentaron la solicitud de una comisión de investigación para esclarecer la actividad de Madrid Arte y Cultura, SA, la sociedad que gestiona algunas actividades de las instituciones culturales del Ayuntamiento, cuya administración muestra una serie de inyecciones poco claras entre subvenciones, encomiendas y cesiones patrimoniales.
Una de las zonas más opacas, a juicio de los concejales, en el quehacer de esta sociedad tiene su punto más delicado en lo que se refiere a las actividades del Teatro Español y lo que se refiere concretamente a uno de los proyectos de Mario Gas, que ha gastado, según sostienen fuentes del consistorio, 800.000 euros en una producción teatral, concretamente en la obra Follies, actualmente en cartelera.
Tan sólo en vestuarios y decorados, se gastaron 180.000 euros del total de la cifra, aportada enteramente por el Ayuntamiento. La autorización de esa cantidad fue otorgada, durante la administración de Alberto Ruiz Gallardón, quien tenía como responsable de autorizar la partida a Cristina Conde, a lo largo de cuya gestión, dicen personas cercanas a Fernando Villalonga, actual delegado de Artes del Ayuntamiento, se nombraban responsables "a dedo" y sin convocar concurso.
Al revisar las cuentas, no sólo del Español sino de Macsa, en los últimos cinco años, entre subvenciones y cesiones patrimoniales, la sociedad gastó 354 millones, el equivalente a seis años de presupuesto para un museo como el Reina Sofía. Más allá del tema de la sociedad, queda en el tapete dónde quedaría la investigación de las cuentas del Español -del que Gas ha sido director durante 8 años- tras su partida.