Es una de las grandes difusoras de la música africana actual. Lo ha sido durante más de treinta años, cuando aficionados a la música de todo el mundo cayeron rendidos ante su disco Logozo (1991). El propio Chris Blackwell, descubridor de Bob Marley para Occidente, escuchó un disco de la diva de Benín por primera vez en su mansión de Jamaica e inmediatamente mandó fax a sus oficinas de Island Records en Londres para ordenar a sus cazatalentos que se hicieran con esa voz dulce y vibrante. “Debemos firmar a esta chica a cualquier precio y lo más rápido posible”, decía su mensaje. Enseguida se presentaron en uno de sus conciertos, en la sala New Morning de París, ofreciéndole un contracto con total libertad artística.
En 2021, la situación es muy distinta: Kidjo ya es una artista consagrada, que siente la responsabilidad de pasar la antorcha a las jóvenes generaciones. Por eso ha optado por un disco colaborativo donde se junta con los nuevos valores. Se trata de dar visibilidad a nombres emergentes como Shungudzo (Zimbabue), Yemi Alade y Buena Boy (Nigeria), Sampa The Great (Zambia) o a su compatriota Mr. Eazi. Mother nature es su decimocuarto trabajo de estudio, donde también comparte micrófonos con la estrella internacional Sting en el himno titular. El disco fue grabado durante el confinamiento, con Kidjo en París y el resto del reparto entrando desde África gracias a la magia de la tecnología, aunque las canciones suenan cien por cien orgánicas y naturales, en opinión de este cronista de Vozpópuli.
Kidjo y Cruz
La cantante se ha dedicado últimamente a demostrar la fuerza de la música africana en proyectos donde revisa la música de otros. Es el caso de Celia, su trabajo de 2019, donde rendía tributo a la estrella cubana Celia Cruz. Su música le impacto cuando vio a la cantante en directo en Benin, a los catorce o quince años. Aunque muchos no lo sepan, la salsa es un estilo que arrasó y arrasa en África, donde Cruz fue todo un paradigma de mujer fuerte sobre el escenario, que exhibía control de su cuerpo y su carrera artística. La diva de Fania Records conoció a Kidjo en París y se refería a ella como “mi hermana africana”.
Ha colaborado con Carlos Santana, Ziggy Marley, Tony Visconti, Philip Glass y la Orquesta Sinfónica de Luxemburgo
Otro de los proyectos recientes de Kidjo, muy alabado en la prensa musical, es una reparopiación africana de Remain in light (1980), el gran clásico de Talking Heads. Se trata de un experimento divertido, ya que el grupo neoyorquino pegó su estirón creativo con este álbum escuchando su parar a Fela Kuti y King Sunny Adé. Kidjo explica que el gran truco del álbum es usar el bajo de la misma manera que muchos artistas africanos usan la percusión. Otorga gran parte del mérito de las canciones a la bajista Tina Weymouth. En el disco participan artistas de ambos lados del Atlántico como Tony Allen, Ezra Koonig (Vampire Weeked), la sección de metales de Antibalas y el productor Jeff Bhasker, que ha trabajado con gigantes del hiphop como Jay-Z y Kanye West.
Kidjo siempre ha sido un ejemplo de esfuerzo por acercar los sonidos africanos al pop occidental, como demuestran sus colaboraciones con Carlos Santana, Ziggy Marley, Tony Visconti, Philip Glass y la Orquesta Sinfónica de Luxemburgo. También recubrió de sabor africano clásicos soul como “Cold Sweat” (James Brown), “Move on up” (Curtis Mayfield) y “Baby, i love you” (Aretha Franklin), como despedida a su padre en en el álbum Õÿö (2010), donde le agradecía su formación musical.