Cultura

Carlos Vives: 30 años de canciones que abrieron la puerta a la hegemonía del pop latino

El carismático cantante colombiano despliega un repertorio inmenso en Las Noches del Botánico de Madrid

  • CEl colombiano Carlos Vives durante su concierto en el Botánico (Madrid).

A su manera, descomplicado, Carlos Vives y su espléndida banda ofrecieron el jueves en Madrid uno de los conciertos más arrolladores y contagiosos en lo que llevamos de año. El cantante colombiano arrancó compartiendo dos vídeos, uno sobre la asociación Tras la Perla (con la que intenta contribuir a la articulación de la vida sociocultural en la región de Santa Marta) y otro en el que explicaba cómo le cambió la vida a él al descubrir la cumbia y el vallenato,  géneros musicales preferidos por las clases populares de su país. La relación fue de ida y vuelta, ya que este antiguo galán de telenovela ha sido una pieza clave en el resurgimiento de estos sonidos y su difusión en todo el planeta. Como recordó varias veces a lo largo de la noche, son treinta años ya desde que arrasó con "La gota fría" y desde entonces sus álbumes han mantenido un alto voltaje, que le han convertido en clásico de la canción en castellano. 

El himno que le hizo famoso en España llegó muy pronto en el recital, más o menos en cuarto lugar, con Vives tocando una guitarra acústica de purpurina y manteniendo un intenso duelo sonoro con su acordeonista. Este ritmo elegante e infeccioso fue uno de los éxitos menos previsibles de 1993, ya que Vives rescató una canción de 1938 inspirada en el enfrentamiento musical de dos músicos populares colombianos: Emiliano Zulueta y Lorenzo Miguel Morales Herrera. A pesar de narrar un crudo enfrentamiento personal, el ritmo y la letra transmiten toda la alegría de la música popular colombiana, todo ello reforzado por el cálido registro vocal de Vives. La moraleja estaba sobre la mesa: mirar hacia atrás, a nuestras raíces musicales, puede ser una potente clave para avanzar.

El cantante aprovecha este treinta aniversario de esta pieza para dar las gracias a España, un país en el que encuentra afinidades sustanciales con Colombia, especialmente la diversidad cultural y en ser países expuestos a la influencia de al menos dos mares (ellos Atlántico y Pacífico, nosotros Atlántico, Mediterráneo y Cantábrico). Elogia que Madrid es "una ciudad con mucho sabor", aunque parece que en su primera visita a Las Ventas en los años noventa solo le sacaron por las terrazas de la Castellana. Durante aquellos años, donde mandaba la explosión del pop rock alternativo anglosajón, nombres como Carlos Vives y Juan Luis Guerra tomaron por asalto las listas de éxitos avisando de que el pop latino podía disputar la hegemonía a la todopoderosa industria musical estadounidense y británica. El tiempo les ha dado la razón.

Vives y la reconexión con el público juvenil

Uno de los tramos más emocionantes del concierto es la aparición sorpresa de Camilo, que hace hincapié en la condición de pionero de Vives: "Te lo he dicho en privado, pero quería decírtelo en público también: tu abriste la puerta por la que luego pudimos entrar artistas como yo", reconoce. La primera canción que tocan juntos es "La tierra del olvido", metáfora de la cultura colombiana que certificó la capacidad de Vives para conectar al folclore de su país con un público joven, acostumbrado ya a los códigos del pop-rock. La química entre Vives y Camilo es evidente y mantienen alto el nivel de intensidad en cada pieza que interpretan juntos, especialmente en "Baloncito viejo".

Tirando de trabajo, intuición y humildad, Carlos Vives se ha ganado un sitio entre los grandes de la música popular latina

 No hay respiro en el concierto: "La bicicleta", su último gran triunfo comercial, suena irresistible esta noche, aderezada además con imágenes de ciclistas colombianos legendarios. "Robarte un beso", su colaboración con Sebastián Yatra, es otro de los puntos altos del concierto, con esa letra que relaciona el amor profundo con la lógica de los vallenatos viejitos. "Volví a nacer" y "Fruta fresca" son otros dos momentos memorables que hacen que las parejas bailen más fuerte y se miren con mayor complicidad. Apenas hay composiciones prescindibles en las más de dos horas de espectáculo, si acaso baja un poco la fiebre con el himno ecologista "Cinerama" y un poco con "El Teke Teke" que grabó con Black Eyed Peas (seguramente sobra también el vídeo de seguridad vial antes de "La bicicleta"). Lo importante es que se sale del Botánico con la sensación de privilegio de haber disfrutado a un maestro de la música popular latina

Más allá de la potencia de su repertorio, sencillamente arrebatadora, pasar una noche escuchando a Carlos Vives y su banda es toda una invitación a bucear en la riqueza de la música popular colombiana. ¿Proponemos unos nombres para comenzar? Podemos citar artistas de todas las épocas y sonoridades: Diomédes Díaz, Petrona Martínez, Grupo Niche, Frente Cumbiero, Grupo Bahía, Joe Arroyo, Systema Solar, Velandia y la Tigra, Totó la Momposina, Michi Sarmiento, Fruko y sus Tesos, Álex Pichi...Podríamos citar otras doce listas de doce para enganchar a cualquiera, ya que nos hallamos ante un país de una riqueza sonora desarmante, donde siempre hay algo grande que descubrir.  Dentro de ese marco, tirando de trabajo, intuición y humildad, Carlos Vives se ha ganado un sitio entre los más grandes. Disfrutémosle a fondo mientras siga en activo.  

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