Continúa el tira y afloja entre Carmen Thyssen y el Ministerio de Cultura. En una entrevista a Vanity Fair, la baronesa insiste en que quiere que sus cuadros se queden en España, eso sí, siempre que tengan un marco legal que permita su movilidad para montar en exposiciones por todo el mundo. Sobre la libertad de vender una obra de su colección asegura que: "es mi privilegio". "¿Cómo no me van a permitir vender mis cuadros? ¡Si son míos! Cuando algo es tuyo puedes hacer lo que quieras con eso. Lo que no puedo hacer es no avisar con tiempo, pero la libertad de vender una obra de mi colección es mía", dice Carmen Cervera en relación a las negociaciones que mantiene con el Estado sobre la permanencia de su colección privada en España.
Tengo un contrato firmado con el Gobierno diciendo que mi marido y yo podíamos estar en España más tiempo que los seis meses que regula la ley porque estábamos ocupándonos de un museo
La baronesa afirma que físcalmente no pide favores para asegurar la permanencia, "solo que se cumpla lo que ya está firmado": "yo pago mis impuestos de no residente en España". Pero, además, añade: "Tengo un contrato firmado con el Gobierno diciendo que mi marido y yo podíamos estar en España más tiempo que los seis meses que regula la ley porque estábamos ocupándonos de un museo. Así que, si pasaba más de seis meses en España, no ocurría nada porque está firmado", un contrato que, dice, "se firmó con el PP, con el ministro de Educación y Cultura de ese momento, que era Rajoy".
"Yo conservo los cuadros"
En la entrevista Carmen Thyssen insiste en que lo único que ha pedido es que los cuadros "se puedan mover alrededor del mundo y dar valor a la colección" y descarta que tuviera que haber pagado impuestos en España por la venta en 2012 del óleo La esclusa, de John Constable, porque "no tiene nada que ver con España, no lo ha adquirido España". "Lo compramos mi marido y yo. Ha estado expuesto en el Thyssen gratuitamente. Si yo hubiera cobrado por el cuadro, sería diferente. Y, además, quien conserva los cuadros soy yo. Cada cuadro que adquiero lleva una ficha hecha por un especialista y yo pago esa ficha. Igual que pago los seguros de los cuadros que están guardados", explica.
Añade que su colección da a Madrid unos nueve millones de euros de beneficios al año: "Y ¿cuánto da el de Málaga? ¿Cuántos puestos de trabajo se han creado porque la colección Thyssen está en España? Porque desde luego, si no llega a ser por mí, no viene aquí. Eso es así". Carmen Thyssen asegura que le gustaría tener sus en casa "para poder verlos cuando quisiera" y añade: "mucha lucha, mucho trabajo que no se reconoce. Mucho sacrificio." "Yo podía ser una viuda 'bon vivant'. Vivir tranquila, sin preocupaciones, y no lo hago. No soy vicepresidenta vitalicia del Thyssen para hacer bonito. Trabajo, tengo que ocuparme de todo y jamás les he dicho: "Me tenéis que pagar un billete de avión", ni nada. Doy mi trabajo de manera gratuita" insiste la baronesa que asegura que ninguna de sus empresas está en paraísos fiscales.