Muy huérfano debe de andar el sector cuando ha llegado hasta Zarzuela para conseguir un interlocutor que escuche la que ha sido su única reivindicación de un tiempo a esta parte: la bajada de un IVA que grava sus actividades con un 21%, el mismo tipo que los objetos de lujo. Así, los directivos de la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española, entidad que representa a 7.000 compañías del sector, destacada por su oposición frontal a la subida del IVA cultural decidida por el Gobierno, se han reunido en el Palacio de La Zarzuela con el rey Felipe VI y doña Letizia.
En la asociación están representados distribuidores, productores de danza y teatro, las salas de exhibición cinematográfica, los promotores musicales y también los técnicos del espectáculo. Cinco miembros del Comité Ejecutivo de esta corporación han acudido a la entrevista donde se han expuesto las principales preocupaciones de este sector: la presidenta y directora general Fedicine (Federación de Distribuidores Cinematográficos), Estela Artacho García-Moreno y el presidente Faeteda (Federación Estatal de Asociaciones de Empresas Productoras de Teatro y Danza de España), Jesús Cimarro. Igualmente han participado en el encuentro el presidente FECE (Federación de Cines de España), Juan Ramón Gómez Fabra, el presidente de la Asociación de Promotores Musicales, Pascual Egea Carrilero, y la gerente ARTE (Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo), María Socorro Collado Cantos.
Constituida en 2012, la entidad ha adoptado diversas iniciativas en favor de una rectificación por parte del Gobierno del PP, que subió del 8 al 21 por ciento el IVA de los productos culturales, una medida para reducir el déficit que la Unión no ha dudó en calificar de "brutal". En julio de 2014 lanzó un ultimátum al presidente de gobierno, Mariano Rajoy, solicitando medidas contundentes. Y aunque si bien subrayaban que esperaban “que el sentido común se impusiera”, advirtieron que "toda espera tiene plazo de caducidad".
Con aquellas palabras la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española conminaba a Mariano Rajoy a que redujese el IVA cultural al 10%. De lo contrario, estudiarían medidas de protesta que esperan concretarse en los meses siguientes. Sin embargo, el asunto fue a peor. No sólo ho hubo rebaja reforma fiscal que dejó con la miel en los labios a productores y empresarios cinematográficos, quienes tuvieron que conformarse con una desgravación del 20% en los costes de producción y realización -tan solo el primer año de recaudación de una película-, cuando esperaban en realidad un 30% , la cifra que se mantuvo durante meses en las negociaciones de la Comisión Mixta sobre el Modelo de Financiación del Cine, y que se fue al traste con la medida aprobada pro Hacienda.
Aunque el sustituto de José Ignacio Wert, Íñigo Méndez de Vigo, parece más conciliador que Wert, incluso algo cándido, sin embargo es dueño de una torpeza olímpica que no ayuda en el tema. A pesar de asegurar haberse “batido" para lograr una rebaja del IVA cultural del 21% al 10% en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016, el asunto "no ha podido ser", aun así seguirá "luchando por ello".