Entre 200 y 250 librerías cumplen actualmente en España los requisitos necesarios para obtener el Sello de Calidad que se pondrá en marcha dentro del Plan de Fomento de la Lectura y que podrán solicitar estos establecimientos a partir de diciembre, una medida que pretende reactivar el sector.
El Sello de Calidad, presentado dentro de la 33 edición de Liber, la Feria Internacional del Libro organizada por Ifema y la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), podrá ser obtenido por las librerías que cumplan con unos estándares de calidad y ofrezcan una amplia oferta cultural, según un sistema de puntos. Se trata de un proyecto conjunto del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Asociación de Cámaras del Libro de España con la intención de mejorar la situación económica de las librerías y estimularlas para que sigan introduciendo mejoras en la atención al cliente y ampliando su oferta cultural.
El director ejecutivo de la FGEE, Antonio María Ávila, ha señalado que en casi todas las capitales de provincia hay una o dos librerías que cumplirían los requisitos pedidos para conseguir esta distinción, que ha comparado con una "levadura" que permitirá la renovación y mejora permanente de estos establecimientos, que constituyen en muchas localidades el centro de referencia cultural. Basado en la autoevaluación por parte de las propias librerías, el Sello de Calidad será revisado cada tres años, según ha indicado el director general de Políticas e Industrias Culturales y del Libro, José Pascual Marco, que ha dicho que "lo último que se pretende es contar con un sistema burocrático".
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Asociación de Cámaras del Libro, entidad que aglutina a todas las asociaciones profesionales del sector del libro (editores, libreros, distribuidores e industria gráfica), trabajaban desde hace un año en esta iniciativa. El sello permitirá a los establecimientos que lo posean colaborar con las Administraciones Públicas en el desarrollo de las políticas y actividades culturales. Este distintivo tiene como objetivo consolidar las librerías como espacios de encuentro, reflexión y discusión en las comunidades en las que se ubican, mediante su conversión en espacios culturales y sociales.
Además, fomentará la diversidad del patrimonio bibliográfico mediante la protección de una red de librerías que ofrezca tanto los libros de rápida rotación, como los de fondo. Un reglamento establecerá los requisitos para obtener este sello: además de ser establecimientos ubicados dentro del territorio español, el 60 % de su actividad principal, espacio de venta y facturación deberá ser de librería, además de tener que organizar un mínimo de seis eventos culturales al año.
El presidente de la Asociación de Cámaras del Libro de España, Daniel Fernández, ha destacado que esta medida es el "primer fruto" del plan de fomento a la lectura y ha expresado su sensación de que ahora "están pasando muchas cosas" tras el relevo en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. "No me canso de recordar de que un país que pierde librerías es un país que pierde su futuro" ha indicado Fernández, que ha insistido en que en pequeñas localidades, la librería "es la farmacia de guardia del mundo de la cultura".
La aspiración del Ministerio y la Asociación de Cámaras del Libro es que las primeras librerías puedan obtener el sello ya a finales de año o principios de 2016, distinción que lucirán en un logotipo. Esta edición de Liber, que se celebrará hasta el próximo viernes con la participación, mostrará también las nuevas tendencias digitales en el ámbito de la edición, como dispositivos de lectura, distribución en línea, redes sociales y aplicaciones de lectura.