Hace dos años, cuando el gobierno de Mariano Rajoy entró a golpe de recortes, la cultura fue la primera en sufrir. Empezando por el hecho de que perdió su rango de ministerio y se vio obligada a una larga peregrinación de medidas a cada cual más perjudicial: el IVA del 21% -en muchos casos, como cine y teatro, subió 13 puntos-; la sustitución del canon con cargo a presupuestos; la eterna postergación de la reforma de la Ley de Propiedad, ahora un proyecto en el que el sector ve serias deficiencias; los recortes generales y estrepitosos a museos y bibliotecas –castigadas durante los últimos tres años-... Entonces, el diputado José Torres Mora se encargó de pronunciarse sobre estos temas a los que la nueva ejecutiva del PSOE parece llegar deprisa y corriendo.
El pistoletazo de salida, el Do de Pecho, en temas de cultura lo dieron el 19 de septiembre, cuando anunciaron la que sería su propuesta electoral más directa: bajar el IVA de la Cultura del 21% al 5%, una disposición fotocopiada de la puesta en marcha por el gobierno francés el año pasado; valga decir que es el más bajo de la Unión Europea. La ventaja fiscal sería incluso mayor para las representaciones teatrales (las primeras 150 pagarían alrededor del 2,6%).
Casi por las mismas fechas en las que se puso al teléfono para llamar al programa Sálvame, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, se reunió con Pascual Egea, presidente de la Asociación de Promotores Musicales de España; Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de la Federación de Empresarios de Cine de España; y Jesús Cimarro, presidente de la Federación de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza. A todos ellos se los hizo saber: esa era su propuesta sobre la mesa, buscar la vía para conseguir bajar el tipo.
Se reunía Sánchez entonces con los sectores más afectados. Tan solo en el sector del cine, según datos empresariales, el incremento del IVA provocó en 2013 el cierre de 61 cines, de 212 pantallas, y que la recaudación cayera un 22%. El caso del teatro es aun peor: 30% de caída. Surgen, sobre la marcha, dos temas más que repentinamente se vuelven urgentes para los socialistas: Propiedad Intelectual y Ley de Mecenazgo.
¿Qué piensa el sector de la premura electoral que acompaña la cruzada por bajar el IVA?
La respuesta ha sido rotunda: están tan desesperados los creadores y gestores de industrias culturales, que cualquier mecanismo de presión resulta no solo necesario, sino vital. Antonio María Ávila, secretario de la Federación de Gremios de Editores de España, admite y asegura haberse reunido con la nueva Ejecutiva y su secretario de Cultura, Ibán García Blanco.
“En temas que son fundamentales para nosotros, como lo es la propiedad intelectual, tenemos posiciones muy cercanas. Además, el discurso que tienen busca conciliar con el PP. No se puede olvidar que esta es una ley que debe partir del consenso”, asegura Antonio María Ávila.
Lo que sí es cierto es que los socialistas llevan prisa. Apenas esta semana Pedro Sánchez se ha puesto a la cabeza de las reivindicaciones por una Ley de Mecenazgo, recientemente abortada por el gobierno al convertida prácticamente en un apéndice de la reforma fiscal.
El secretario de Cultura de la nueva Ejecutiva Federal socialista, Ibán García del Blanco, se ha reunido esta semana con los productores españoles (Fapae). El IVA y el modelo de financiación también se hicieron notar. El PSOE se compromete a retomar el trabajo de las comisiones creadas por el ICAA al comienzo de la legislatura del PP y, sobre todo, a no adoptar medidas sin hablar con el sector.
