La Biblioteca Nacional de España (BNE) inaugurará el año que viene siete exposiciones. Abrirá 2013 con 'Durero grabador', del 6 de febrero al 5 de mayo. Esta muestra estará compuesta por grabados xilográficos y calcográficos de Alberto Durero, considerado el mejor grabador del Renacimiento.
La segunda muestra será 'Encuadernaciones mudéjares', que del 12 de marzo al 19 de mayo acercará el arte que se desarrolla en los reinos cristianos de la Península Ibérica. En su vertiente literaria, está a caballo entre el manuscrito y el impreso.
Después vendrá la exposición dedicada al premio Cervantes chileno Nicanor Parra, candidato varias veces al Nobel de Literatura y creador de la antipoesía. Esta actividad está programada para finales de mayo y estará en la Biblioteca Nacional hasta finales de septiembre. El 29 de mayo (y hasta el 25 de agosto) se presentará 'Humoristas Gráficos', en la que se expondrán originales de artistas como Forges o Peridis.
El pintor argentino de origen español, Esteban Lisa, será el protagonista de la exposición que lleva su nombre, y que se inaugurará el 11 de septiembre. El artista está reconocido como el primer abstracto español y el pionero de la abstracción latinoamericana. La retrospectiva contará con unas ciento veinte obras del pintor.
Los 300 años de la RAE
La Real Academia Española, que en el 2013 celebra su tercer centenario, ocupará a partir del 23 de octubre, y hasta mediados de enero del 2014, una de las salas de la BNE con una exposición en la que participan la RAE y Acción Cultural Española, que recorrerá la importancia y la historia de la institución a través de esos trescientos años de vida.
Finalmente, entre el 12 de noviembre y principios de febrero del 2014, se celebrará la muestra 'Caligrafía Japonesa', en la que colaboran la Academia de Arte Caligráfico de Japón y la embajada nipona en España. La exposición se celebra en el marco de la conmemoración de los 400 años de relaciones hispano-japonesas. La caligrafía de aquel país es una de sus artes tradicionales más antiguas e intenta expresar la profundidad espiritual y la belleza, a través de los ideogramas Kanji y el silabario fonético Kana.