Hace 80 años, los nazis cometieron los mayores crímenes de la humanidad: el Holocausto. La película ‘El ministro de la propaganda’ busca respuestas a importantes preguntas de la historia de una manera nunca antes enseñada, y muestra cómo Joseph Goebbels, a través de su maquinaria propagandística, fue clave para que Adolf Hitler llegara al poder.

Su director, el alemán Joachim A. Lang afirma que Goebbles, que fue Ministro de Propaganda de Hitler, hoy en día "usaría las redes sociales, y especialmente TikTok para seducir a la población”.

Según el cineasta, es peligroso pensar que los bulos, la persuasión, las noticias falsas y la desinformación son cosa de la actualidad, puesto que es algo que viene aparejado con la historia.

“La forma en que se obtuvo y abusó del poder a través de mecanismos de propaganda todavía tiene un impacto fatal hoy en día en tiempos de desinformación y propaganda. Usaron todas las artimañas habidas y por haber desde el cine, radios, periódicos… El famoso discurso que dio Goebbels en el Palacio de Deportes (Discurso del Sportpalast de 1943) fue clave para la guerra", ha añadido.

El director, que estrena la película en las salas españolas este viernes, ha incidido en que solo hay que ver cómo la extrema derecha es la que “más puesta está en redes sociales y la que más incide en los jóvenes”.

Lang hace un llamamiento a la sociedad, y sobre todo advierte del riesgo de creerse todo aquello que se ve en redes: “Hay que ser críticos y escépticos. Debemos preguntarnos cómo se crea la información, cuáles son sus fuentes y actuar como personas adultas ante la desinformación, porque hay muchos vídeos de la guerra de Palestina y de Ucrania que son falsos. Los populistas juegan ese juego, y nosotros tenemos que poner distancia”.

En 1933, Hitler nombró a Goebbels ministro para la Ilustración Pública y Propaganda, un departamento ministerial de la Alemania nazi que se mantuvo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo era organizar la campaña de propaganda nacionalsocialista para convencer al pueblo alemán de sus teorías raciales, así como de que solo Hitler podía hacer de Alemania un país grande.

“La gran diferencia entre Hitler y Goebbels, es que este no se creía lo que decía, de ahí el radicalismo de Hitler frente al oportunismo de su propagandista. Goebbels tenía una mente privilegiada, era un genio de la demagogia, de la manipulación de masas. Él hubiera podido ser un gran director de marketing”, ha destacado.

Si algo quería Lang es que la cinta fuera un relato lo más objetivo posible de lo ocurrido. Por ello, al inicio de la película advierte de que hay imágenes, vídeos e incluso llamadas telefónicas reales de la época.

“Los diarios de Goebbels me sirvieron como fuente de muchas cosas. Las imágenes que hemos visto de la época, por ejemplo las multitudes ondeando banderas, pasaron primero por su mesa, para que fueran distorsionadas antes de ser emitidas y así crear una realidad que a él le convenía. Y las que no se llegaron a emitir las tenía él, pero en mal estado, por lo que me tocó reconstruir a mí el relato que Goebbels se empeñó en ocultar y destruir”, ha apuntado.

Lang, aparte de ser director de la película, también es el guionista. Sin embargo, durante el proceso de escritura contó con la ayuda de dos historiadores alemanes especializados en el nazismo: Peter Longerih y Thomas Weber para construir paso a paso el relato, y con los testimonios de algunos supervivientes del Holocausto.

“Los comentarios más importantes vinieron de los supervivientes, ellos son mi autoridad más importante, porque dejan testimonio de que lo que pasó no debe volver a suceder nunca más. Cuando los supervivientes hablan, nada es ficticio, nos encontramos con la realidad pura y al mismo tiempo tenemos en cuenta el presente", ha concluido

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