Desde México, donde negocia un próximo proyecto que mantiene en secreto, Iria del Río (Barcelona, 1987) explica a Vozpópuli las claves de su personaje, la joven Marga, en proceso de divorcio de su marido que regresa al caserón familiar en Valencia donde muchos años atrás murió su hermana (Sandra Cervera) en un fatal accidente. Cuando llega, un antiguo compañero de facultad (Jan Cornet) le ayuda a reformarla y, de paso, a olvidar a su ex, Nando (Miquel Fernández), que no parece renunciar a su nueva condición. Pero algo invisible en la casa impide que Marga tenga un segundo de paz. Es su otro yo, que vive en un mundo paralelo en la que su hermana no murió, según ha podido averiguar Vozpópuli.
Pregunta: El origen de estos dos planos astrales parece nacer de una pequeña figura cúbica llegada del espacio que te permite entrar en contacto con su otro yo fantasma. ¿No es todo muy raro?
Respuesta: Mi representante me mandó el guion de Alberto Evangelio y me lo tuve que leer tres veces para comprenderlo del todo. Cuando hablé con él decidí embarcarme en esta tremenda aventura. Me lancé a la piscina.
P.: ¿Y cómo te convenció?
R.: El clic que me hizo decidirme fue la idea de los dos personajes, dos Margas posibles, una con la cara quemada gracias a un estupendo maquillaje y otra en el mundo real que necesita tiempo para pensar en sí misma. Si el guion me genera preguntas, si me provoca un reto, lo acepto siempre sin dudarlo. En este caso mi gran apuesta era cómo diferenciar estos dos roles que entraban en contacto cuando entraba en trance. Alberto es un cinéfilo empedernido y sabe escuchar muy bien así que el rodaje fue muy placentero porque a mí me gusta preguntar mucho sobre mi personaje. No todos los directores entran en esos códigos.
Ojalá fuese musa de Sitges para ir todos los años porque siempre me lo paso muy bien
P.: Es solo tu segunda película, tras El increíble finde menguante (Jon Mikel Caballero, 2019), después de muchas series (Amar es para siempre, Las chicas del cable…) y vuelves a ser protagonista absoluta. Y las dos de género fantástico. ¿Te gustaría ser la nueva reina del terror español del Festival de Sitges?
R.: Ojalá fuese su musa e ir todos los años porque siempre me lo paso muy bien. Sería feliz. Antes pensaba que ser protagonista me iba a abrumar, pero todo lo contario, me envalentono porque me pone las pilas. Es muy cansado estar todos los días del rodaje y casi todas las horas y provoca que el personaje continúe contigo incluso ya en casa, pero todo compensa.
P.: Prácticamente sois solo hay cuatro actores en pantalla, Jan Cornet, Miquel Fernández y Sandra Cervera y tú, y una casa como único escenario.
R.: Todos han sido compañeros fantásticos, los quiero mucho. Con Miquel Fernández había trabajado justo antes en una película de TV3.
P.: El sueño de cualquier actor es ser la estrella de la película ¿no?
R.: No sé si estoy de acuerdo del todo. Al menos para mí el objetivo es acercarme a proyectos que me interpelen, que me vibren, y pueden ser protagonistas o secundarios. Es tu propio baremo, y este cambia con los años y con tu personalidad. También acabo de hacer dos papeles pequeños y son igualmente importantes para mí.
P.: Con Rodrigo Sorogoyen, en las series Antidisturbios y el episodio 'El doble’ de "Historias para no dormir", dos intervenciones pequeñas pero en dos grandes ficciones.
R.: Ha sido un aprendizaje brutal. Para la Nuri, en Antidisturbios, Rodrigo solo me dijo ‘Sé que lo puedes hacer’. Te da una confianza increíble y trabajas desde un lugar muy confortable porque él siempre hila muy fino, va a lo importante. Así da gusto trabajar.
