Tras conocerse su arrase en las elecciones, Donald Trump salió a dar un discurso celebratorio en el que tuvo un recuerdo para los medios de comunicación, a quienes se refirió como “el territorio enemigo”. Se burló de la derrota de las viejas cabeceras y elogió la predisposición del vicepresidente electo J.D. Vance para moverse en campo contrario y enfrentase a los periodistas de CNN o cualquier otra empresa progresista. ¿Tiene razón o es simple victimismo? La mayoría de grandes medios emiten desde Nueva York o Los Ángeles, capitales de dos estados de feroz militancia 'liberal' (adjetivo que en estados Unidos equivale a nuestro 'progre'). En diciembre de 2023, una encuesta de ABC News/Washington Times desveló que en la última década se había desplomado el número de periodistas profesionales que se declaraban republicanos, mientras se había disparado el de los demócratas. Los republicanos eran solo el 18% en 2002, porcentaje que bajó al 7.1% en 2013 y al 3.4% in 2022. Además hay que recordar que no todos los republicanos son trumpistas. ¿Toda la prensa, entonces, es contraria a Trump? No, una pequeña aldea resiste, donde destacan dos estrellas de las redes llamadas Joe Rogan y Tucker Carlson.
Joe Rogan es un famoso podcaster, que se hizo conocido como humorista, presentador de televisión y comentarista de la liga de lucha UFC (Ultimate Fighting Championship). Hoy triunfa como director de un espacio de entrevistas que tiene más de 18.3 millones de suscriptores y por el que ingresa alrededor de 100.000 dólares por episodio. Su apuesta mediática son largas charlas con invitados de alto perfil, donde prensa preguntas delicadas hasta que logra sacar a la persona fuera del personaje. Durante sus tres horas de charla con Donald Trump, más amistosa de lo habitual, ganó 400.000 nuevos suscriptores. A lo largo de esta campaña entrevistó también a J.D. Vance y Elon Musk, convirtiéndose en el principal apoyo del equipo del nuevo presidente. En la recta final de la contienda pidió de manera explícita el voto para Trump y se ofreció a entrevistar a Kamala Harris, pero la condiciones que impuso la candidata (hacerla donde ella quisiera y no hablar más de una hora) parecieron inaceptables a Rogan.
A pesar del momento dulce actual, Trump y Rogan tuvieron un duro enfrentamiento hace unos meses, cuando el podcaster decidió dar su apoyo al candidato independiente Robert Kennedy Jr., declarando que RKJ “es el único que tiene sentido para mí”. Finalmente Kennedy abandonó la carrera por sus bajas expectativas de votoy se unió a la candidatura de Trump para defender su programa MAHA, siglas en inglés de “Haz América saludable otra vez” (que pone el foco en controlar a las grandes farmacéuticas y a la industria alimentaria, a la que acusa de poner los beneficios sobre la salud de los consumidores). Fue en el podcast de Rogan donde Trump admitió su mayor error durante el primer mandato: escoger mal a algunos dirigentes de su primer equipo. “Los neoconservadores son gente mala o desleal”, confesó en antena.
Estrella global en Ferraz
El otro gran apoyo mediático de Trump es Tucker Carlson, un prestigioso comentarista político que fue la estrella de la cadena de televisión conservadora Fox News entre 2009 y 2013. Fue en este periodo cuando Fox logró sobrepasar a CNN en espectadores, acilitando la primera victoria electoral de Trump en 2016. El tirón popular de Carlson le llevó a ganar cifras impresionantes: ingresaba entre 15 y 20 millones de dólares al año como presentador de Tucker Carlson Tonight, programa nocturno de entrevistas de una hora de duración. Desde que dejó Fox para crear su propia empresa, ha realizado sonadas entrevistas con líderes mundiales como Vladimir Putin, Nayib Bukele y Javier Milei.
Tucker Carlson abandonó este año la posición de 'compañero de viaje' del trumpismo para implicarse directamente en la campaña del presidente electo
En noviembre del año pasado, Carlson decidió acudir a las protestas contra Pedro Sánchez frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. También entrevistó a Santiago Abascal, candidato presidencial de Vox, a quien Carlson describió como “líder de la oposición en España”. En pocos días, la charla logró superar los diez millones de visitas en redes. El progresismo español se mostró irritado por el encuentro, especialmente Sumar. La portavoz de Feminismos, Igualdad y LGTBI+ del grupo, la filósofa Elizabeth Duval, puso un tuit con el siguiente texto: “El mundo nos mira. Concretamente, el mundo de los oligofrénicos trumpistas, los supremacistas blancos, los antivacunas, los de la Gran Sustitución o el asalto al Capitolio. Su problema no va con la amnistía: tienen un problema con la democracia, aquí y allá, y toda excusa sirve”, opinaba. Un año después, Trump ha arrasado a Kamala Harris en las urnas y Sumar parece sumido en tantas crisis que cuesta imaginar una manera de que sobreviva como partido.
Carlson no es solo un apoyo meditático del trumpismo, sino que directamente ha hecho campaña por el presidente electo. Durante un acto en Arizona hace seis días, Tucker Carlson destacó que los investigadores y funcionarios federales ven a Trump como una "amenaza mortal" porque "dice la verdad" y “expone a los estafadores que se benefician del mal gobierno”. El periodista elogió también el valor del político durante su atentado, símbolo de que es “un hombre valiente” preparado para enfrentarse al “mundo duro” de la política actual. También se burló de la joven líder demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, por su condición de woke que lleva el apellido de una conquistador español y por negar que la masculinidad tradicional también tiene virtudes positivas.