El vicepresidente J.D. Vance es el político del momento, con medio mundo debatiendo su histórico discurso en Múnich. Uno de los ejes que presentó en su proclama fue el rechazo a las fronteras abiertas, que es la bandera del pensamiento iliberal de nuestra era. Partiendo de sus orígenes humildes, Vance se empieza a distanciar del liberalismo por experiencia personal: considera que es una doctrina ineficaz contra problemas como el desempleo masivo, la adicción a las drogas y la destrucción de los vínculos comunitarios. Su camino deriva entonces hacia autores católicos como San Agustín, J. R.R. Tolkien y René Girard, que marcan su mirada social. Pero el nuevo vicepresidente no es un lobo solitario, viene acompañado de una Nueva Derecha que lleva por emblema el antiliberalismo, un conjunto de doctrinas que ponen la defensa de los lazos de fraternidad humana y las institucioness comunitarias por encima de la libre circulación de capitales.
Para empezar, podemos decir que siempre han existido corriente antiliberales en Estados Unidos, como explica Robert Kagan en su ensayo superventas Rebelión: como el antiliberalismo está destrozando Estados Unidos (una vez más). En nuestra época, el gran catalizador político es Donald Trump y el asunto central se encuentra en el rechazo a la inmigración masiva, que baja sueldos, encarece la vivienda y fomenta la anomia posmoderna del multiculturalismo. El mayor referente académico de este antiliberalismo es Patrick Deneen, que empieza a cimentar su reputación con el afilado ensayo “¿Por qué ha fracasado el liberalismo?", un texto rompedor que impulsó un amplio debate nacional, hasta el punto de llegar a ser recomendado por Barack Obama.
Explicados ya los fundamentos del conflicto, Deneen se atreve a dar el siguiente paso, que consiste en articular su visión social, lo que le lleva a escribir Cambio de régimen: hacia un futuro posliberal. ¿Tesis de la obra? "El liberalismo clásico prometió derrocar a la vieja aristocracia, creando un orden en el que las personas pudieran decidir sus propio futuro. Hasta cierto punto lo hizo, pero también terminó con las tradiciones e instituciones comunes y creó una nueva clase dirigente explotadora. El libertariansmo y los valores progresistas de esta clase la han llevado a gobernar en beneficio de ‘los pocos’ a expensas de ‘los muchos’, precipitando las actuales crisis políticas”, explica el texto.
De Orban a Yarvin
En una de sus visitas a España, Deneen conversó con el booktuber Fernando Bonete, desvelando con detalle sus convicciones políticas. “Si queremos evitar los desastres causados por el liberalismo tenemos que liberarnos de sus argumentos. Y el principal de estos argumentos es su forma de entender la libertad como una manera de liberarnos de los demás, de iniciar relaciones sin ataduras, propósito o significado, de avanzar económica y tecnológicamente sin límites… No se trata de desandar el camino recorrido para suprimir libertades, sino de liberarnos de esa manera de entender la libertad como la mera e insaciable capacidad de satisfacer nuestros deseos. De crear una nueva propuesta y orden creativos, ilusionantes, en que la libertad vuelva a recuperar su significado natural y original”, compartía.
Podemos estar seguros de que Vance no es un chupatintas: sus enfoques son siempre muy prácticos. Por eso admira a figuras que mezclan la reflexión intelectual con la estrategia política, como es el caso del líder húngaro Viktor Orban, otro puntal del antilberalismo. Así le elogió hace poco tiempo: "¿Qué hacen en el Departamento de Educación? Bueno, hacen lo que hizo Viktor Orban en Hungría, que es básicamente decir: ‘Ya no se les permite enseñar teoría crítica de la raza, ya no se les permite enseñar teoría crítica de género… No se les permite hacer esas cosas y recibir un dólar de dinero federal o un dólar de dinero estatal’”, dijo Vance en un podcast de derecha. También ha defendido los estrechos vínculos de Orbán con Pekín, preguntando lo siguiente: “¿Por qué Viktor Orban se está acercando a China? En parte porque el liderazgo estadounidense no está tomando decisiones inteligentes”. Hace pocos meses, la editorial del CEU publicó La estrategia húngara, ensayo de Balász Orbán que contiene las claves del pensamiento orbanista, dominante hoy en gran parte de la Nueva Derecha.
Otro de los pensadores antiliberales clave de la corte de Donald Trump es Curtis Yarvin, bloguero y agitador. Hablamos e uno de los impulsores de la idea de Ilustración Oscura, que describe el proceso de abandonar las convicciones liberalprogresistas para mirar al mundo de otra manera. Su diagnóstico básico de la situación puede resumirse en respuestas como esta: "La premisa fundamental del liberalismo es que existe una marcha inexorable hacia el progreso. No estoy de acuerdo, así que mi trabajo despertar a la gente del Show de Truman”, explica satisfecho. Sus metáforas políticas preferidas tienen que ver con el universo de la saga The Matrix y su artículo más polémico y popular se titula “Alegato contra la democracia: diez píldoras rojas”.

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max_palla
19/02/2025 09:30
La calidad personal y de los argumentos y convicciones de J.D. Vance es fácil de establecer: Hace unos meses decía literalmente que Trump es Hitler. Y entonces es cuando llevaba razón, como se está viendo ya mientras liquida las cautelas democráticas, se intenta cargar la separación de poderes (un régimen en que un juez puede parar una decisión del gobierno no es una democracia, dice el muy HdP) , despide a los policías, fiscales y funcionarios que se atreven a defender la ley, se hace con los datos personales protegidos de los ciudadanos, etc. Trump ya anunció que habría campos de concentración para los malos americanos y yo le creí. No sé a qué se refiere esa gente con lo del "liberalismo" porque no se molestan en definirlo, pero si se que sus pesadillas son todas inventadas. Que un yanqui, por ejemplo, se atreva a criticar la inmigración ya prueba que es un imbécil. Y lo qu eestamso viendo e slo de siemrpe: por muchas cautelas que instales, por muy bueno que sea un sistema político siemrpe hay quién intenta desmontarlo para usarlo en su beneficio. Los libertarianos como Musk o Thiel tienen la ventaja de que hablan mucho: ya nos han explicado que el mundo es de los genios como ellos, de la élite, que los subhumanos como nosotros no tenemos derechos y que esas leyes que los protegen son muy malas. Para ellos, claro.
MataNarcisos
19/02/2025 19:46
LIBERALISMO ECONÓMICO, "ande andará" lleven unas flores al cementerio., entre los populistas de izquierdas, y los populistas de derechas, el Mundo por momentos se dirige a unas buenas DICTADURAS, a lo peor es lo que toca. Y hasta los rusos tienen apoyos por parte de los idiotas, invadirán Ucrania, pero ellos se creen inmunes, y en otro Mundo, ¿Ucrania? Uf... está muy lejos.