La Cultura, la gran marginada en época electoral. Es el eslabón más débil, por no decir que es una de las áreas peor atendidas en lo que a diagnósticos y propuestas de gobierno respecta. Una vez más, las iniciativas en materia cultural siguen siendo las mismas, en buena medida porque las propuestas nunca llegan a cumplirse o lo hacen a medias. Llama la atención, primero, la falta de perspectiva, la persistencia del paternalismo y una extraña coincidencia entre las agrupaciones más disímiles.
Una lectura cruzada de los programas de cara a las elecciones del 10 de noviembre arroja algunos rasgos importantes. Los dos grandes partidos, tanto el PSOE como el PP, coinciden en la elaboración de una Ley de Mecenazgo, una de las grandes deudas desde hace ya casi tres legislaturas, tanto en las dos de Mariano Rajoy como en la sumatoria de gobiernos provisionales. También Ciudadanos plantea la necesidad de actuar en este tema. Todos los partidos excepto Más País y Vox insisten en la necesidad de desarrollar el Estatuto del Artista, aprobado por unanimidad en enero de este año en un pleno extraordinario del Congreso.
"Las iniciativas en materia cultural siguen siendo las mismas, en buena medida porque las propuestas nunca llegan a cumplirse"
El PSOE se desmarca por dos formulaciones muy concretas: la creación de un Pacto de Estado para la Cultura y el compromiso de mantener el Ministerio de Cultura, que reapareció como cartera tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa luego de conseguir los apoyos para la moción de censura contra Mariano Rajoy.
Resulta especialmente llamativa la coincidencia de PSOE y PP en una regulación del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) para dotarla de mayor agilidad y eficacia en la gestión. Tanto Ciudadanos como el PP retoman la necesidad de impulsar la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional.
En lo que a Propiedad Intelectual respecta, tanto PSOE como PP y Ciudadanos coinciden en la creación de un organismo que proteja y regule la materia. Los populares proponen una Fiscalía, mientras que el PSOE y Ciudadanos proponen un Consejo Estatal y un organismo rector de las políticas en la materia, respectivamente.
La ley de Mecenazgo,el Estatuto del Artista y la Propiedad Intelectual son los principales puntos de coincidencia
En el apartado relacionado con la industria del libro y el impulso al desarrollo de la lengua, mientras el PSOE propone "desarrollar en todas sus potencialidades la Dirección General del Libro y
Fomento de la Lectura", que recién se recuperó en su legislatura -aunque accidentada por la dimisión de Olvido García Valdés-, el PP y Ciudadanos aluden directamente a la necesidad de retomar el Plan de Fomento de Lectura. Los socialistas, sin embargo, se muestran más ambiciosos al prometer una "dotación necesaria y suficiente" a la Real Academia de la Lengua.
Es casi unánime el uso de la convocatoria del 1,5% cultural que se realiza a través del Ministerio de Fomento para impulsar los proyectos de rehabilitación de los edificios históricos de nuestro país. Excepto Podemos, Vox y Más País, las otras tres principales formaciones subrayan tanto la mejora presupuestaria en materia de Patrimonio Histórico como el impulso, recuperación y restauración en el ámbito de los monumentos y principales instituciones.
Los socialistas se muestran más ambiciosos al prometer una "dotación necesaria y suficiente" a la Real Academia de la Lengua
Sólo se desmarca a favor de la tauromaquia el Partido Popular, que propone el Plan Nacional de Tauromaquia (PENTAURO) para que se extienda el conocimiento y difusión del arte taurino y potencie el conjunto de actividades alrededor de esta importante tradición. Los populares son mucho más específicos y amplios que Vox, que recoge de forma mucho menos específica el impulso a la tauromaquia en España.
Un elemento mucho más delicado une la retórica electoral en torno a la cultura: la concepción de ésta como escaparate, entendiéndola no como un motor asociado a la educación. Esa postura, que busca endosar a la cultura “una utilidad” –como si en sí misma no lo fuese- persiste en casi todos los programas, excepto en el de Ciudadanos, que aporta diagnósticos mejor informados. El problema, en lo que a cultura respecta, apunta un hecho: el debate es más profundo del que está dándose.