Cultura

El sector cultural produce en España más empleo, de peor calidad

El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes ha presentado el Anuario de Estadísticas Culturales 2016. Las cifras, que pretenden transmitir optimismo, indican el empeoramiento de las condiciones de producción cultural.

  • Las salas de cine se reducen, un año más.

El volumen de empleo cultural alcanzó en 2015 a 515.000 personas, lo que supone un 2,9 % del empleo total en España, frente a las 511.800 personas del año anterior -un 3 % del total-, según un avance del Anuario de Estadísticas Culturales 2016 presentado  por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. De ese total, el 69,2 % es asalariado, cifra inferior a la observada en el total, 82,7 %. Es decir: hay más trabajo, aunque en peores condiciones. Es importante tener en cuenta que el empleo cultural se caracteriza por una formación académica superior a la media, con unas tasas más elevadas de educación superior, 67,8 % frente al 41,9 % del conjunto nacional. Son esos profesionales, justamente, los que trabajan en peores condiciones.

Si se analiza por sectores, la lectura aporta matices que enfrían un poco la euforia. Este año, la Fundación de Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE)  presentó un Informe Sociolaboral de los Actores y Bailarines Españoles,  sólo ocho de cada cien actores españoles ingresan al año más de 12.000 euros por ejercer su profesión; sólo el 2,15 por ciento cobra más de 30.000 al año y de los actores y bailarines que sí trabajan, más de la mitad no superan los 3.000 euros al año. ¿Más trabajo? Dependiendo de cuál cifra, cada cual vende su versión del paraíso. El teatro y el cine, las salas exhibidoras y las compañías en general, sufren el efecto de un 21% de IVA que afecta y perjudica su actividad empresarial. Si el gravamen no ha sido revisado, ¿cómo pueden existir cifras tan esperanzadoras? 

Según el Anuario del ministerio, el número de empresas culturales "aumentó levemente" al pasar de 107.922 en 2014 a 112,037 en 2015, manteniéndose en el 3,5 % del total. Comparadas con las de 2013 –el año negro de la cultura, con el efecto de las medidas fiscales más agresivas-,  éstas son cifras manifiestamente superiores. En aquel entonces, el total de empresas cuyo principal objeto está dedicado a la cultura pasó de 103.320 a 101.342 en el mismo periodo, es decir: desaparecieron 1.978 empresas. Lo que resulta curioso de este anuario es que, aunque hay más empresas culturales -según el informe- unas cifras no coinciden con otras: las salas de conciertos se redujeron de 541 a 537; el número de obras musicales editadas fue de 683 -frente 1.293 de 2014-. Las salas de cine pasaron de 3.700 a 3.588. ¿Más empresas culturales? Algo no cuadra del todo en estas cifras.

El gasto cultural por número familiar da qué pensar. Hay que recordar que éste se vio golpeado en 2013 al pasar de los 14.364 millones a 13.371 millones. En 2016, el gasto de los hogares españoles en cultura  se mantuvo en los 11.968 millones de euros de 2015, una cifra incluso menor a la del primer año de la crisis. El gasto medio por hogar en 2016 fue de 51,4 euros y por persona 260,4 euros, lo curioso es… ¿en qué gasta la gente ese dinero?: el 42,5 % corresponde a equipos audiovisuales e internet; el 36,3 % a servicios culturales (espectáculos, museos, bibliotecas, etc), y el 14,6 % a libros y publicaciones periódicas.

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