Aunque se trata de una sustancia necesaria para el buen funcionamiento del organismo, el colesterol es una de las mayores preocupaciones de quienes sufren hipercolesterolemia. Según los expertos, en España aproximadamente la mitad de la población adulta tiene el colesterol alto, algo que incrementa notablemente el riesgo de padecer desde una enfermedad cardiaca a un accidente cerebrovascular, entre otros problemas.
Desde hace años, uno de los objetivos de médicos e instituciones es reducir las impactantes cifras de personas con colesterol alto. Una complicada misión ya que, según un estudio de la Agencia de Investigación de la Sociedad Española de Cardiología (AISC), hasta un 40 por ciento de los pacientes no toma las medidas necesarias para dicho objetivo.
Unas sencillas medidas entre las que llevar una dieta sana y practicar ejercicio de manera habitual se convierten en las claves para mantener a raya los niveles de colesterol.
Practicar deporte es importante en todas las etapas de nuestra vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la actividad física “tiene beneficios para la salud del corazón, del cuerpo y de la mente”. Según señala el organismo, “contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes”. Pero además, ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Así, y tal y como apunta la Fundación Española del Corazón (FEC), la actividad física, admirada por su ayuda para perder peso y reducir el estrés, también eleva los niveles de colesterol HDL, más conocido como ‘colesterol bueno’.
Los mejores ejercicios para reducir el colesterol
Según recomienda la OMS, los adultos mayores de 18 años, siempre y cuando su condición física y estado de salud lo permita, deben realizar entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica a la semana. Así, los expertos señalan determinados ejercicios como los más adecuados para ayudar al organismo a controlar los niveles de colesterol alto:
- Caminar: convertida en una de las actividades más habituales, andar con regularidad es uno de los ejercicios aeróbicos más sencillos y un gran aliado para combatir la hipercolesterolemia. Para que resulte efectivo es importante realizarlo de manera continuada y manteniendo un ritmo intenso que aumente las pulsaciones.
- Correr: tal y como señalan desde Sanitas, “uno de los grandes beneficios del hecho de correr o de andar deprisa que han demostrado diferentes estudios es el de que reduce las concentraciones de colesterol LDL (el llamado colesterol malo) en la sangre”. Si no se está acostumbrado a correr con intensidad, es recomendable empezar poco a poco, durante unos minutos al día, e ir incrementando el ritmo de forma progresiva.
- Subir escaleras: aunque pueda parecer un ejercicio sencillo, parte del día a día, subir escaleras es una práctica muy saludable que nos ayudará a activar el cuerpo y reducir los niveles de colesterol. Además, es perfecto para quemar grasa, tonificar las piernas e incluso mantener a raya la celulitis.
- Bailar: aunque para muchos solo es un hobby, el baile es una completa disciplina que ayuda a perder peso y mejora la salud cardiovascular. Según los expertos, bailar ayuda a quemar calorías, evitando el sobrepeso, y a fortalecer el sistema muscular. Pero además, es uno de los mejores ejercicios para fortalecer el corazón y reducir la hipercolesterolemia.
- Nadar: considerado uno de los deportes más completos que hay, la natación ayuda a la circulación de la sangre, sobre todo en la zona de las piernas, y ayuda a tonificar todas las partes del cuerpo. Este ejercicio aeróbico de baja intensidad es esencial para las personas con niveles altos de colesterol.
- Montar en bicicleta: según numerosos estudios, practicar ciclismo ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y a aumentar los de colesterol bueno. Al igual que ocurre con la natación, es una actividad física que no sobrecarga las articulaciones y con la que se ejercita diferentes partes del cuerpo.
