La terapia de percusión es uno de los métodos más novedosos del mercado para terminar con los dolores musculares cuando hacemos ejercicio. Muchas veces después de un entrenamiento llegan las indeseadas agujetas y sentimos un dolor que puede impedirnos seguir haciendo deporte de manera habitual durante dos o tres días. Por ello, la terapia de percusión se convertirá en tu mejor aliada (ya la usan famosas como Cristina Pedroche o María Pombo), ya que actúa sobre los músculos de forma concisa y mejora nuestra sintomatología.
La recuperación muscular va mucho más allá de estirar la musculatura después de la rutina de entrenamiento. Para extender los beneficios de la recuperación muscular, una opción perfecta es incluir terapias concretas que han sido ideadas para completar dicha recuperación muscular, y seguir así con nuestro día a día previniendo lesiones y facilitando a nuestro cuerpo una rutina correcta para su recuperación.
Una de estas terapias es la de percusión, un tratamiento con el que poner fin a las agujetas y anticiparse a cualquier molestia que pueda aparecer derivada de la rutina de entrenamiento. La terapia de percusión rinde su nombre al tipo de vibración que emite. Aunque es algo novedoso, es cierto que ya hay estudios que aseguran que su función es notable y que apenas tiene riesgos si se utiliza de manera lógica y sobre músculos que no están dañados.
A un deportista le puede incluso ayudar a rendir a más alto nivel cada día, ya que facilita la recuperación y mantiene los músculos a salvo de dolores e inflamaciones. Los beneficios para atletas profesionales a largo plazo son muy grandes ya que previene lesiones y aumenta la amplitud de los movimientos.
Cómo funciona la terapia de percusión
Cuando hablamos de las pistolas con terapia de percusión, nos referimos a la emisión de ráfagas de presión en la zona muscular, con una consiguiente disminución de sensación de dolor post entreno. Este tipo de movimiento rápido, que hace que el cabezal golpee el músculo alcanzando las capas más profundas, aumenta el flujo sanguíneo de la zona tratada, lo que nos ayuda a mejorar la circulación y, si existe dolor o carga muscular, contribuye a aliviarlo.
El golpeo se debe realizar siempre en vertical, de manera que el dispositivo quede perpendicular a nuestro cuerpo. Debemos tener en cuenta la profundidad, la frecuencia de los impactos y la intensidad con la que llevamos a cabo esos golpeos sobre el músculo. Una de estas pistolas (encontrarás varias marcas en el mercado que las venden) debe tener tres características: profundidad en el golpeo, frecuencia en los golpes y cuántos golpes por minuto es capaz de ejercer sobre el músculo.
Beneficios de la terapia de percusión
Más allá de la evidente descarga de presión que se ejerce sobre el cuerpo, la terapia de percusión tiene muchos más beneficios sobre el cuerpo que impactan en el bienestar tanto físico como el mental. Los expertos de Hyperice nos cuentan cuáles son:
- Prevención de lesiones de carga. Tanto en deportistas profesionales como en usuarios asiduos al deporte en general, incorporar la rutina de cuidado muscular con las pistolas de percusión les permitirá prevenir lesiones a corto, medio y largo plazo debido a la sobrecarga muscular producida por el exceso de carga de entrenamiento.
- Mejora la circulación. El movimiento de percusión aplicado sobre los grupos musculares mejora la circulación sanguínea, activando la recuperación muscular, lo que es de especial importancia tras una rutina de entrenamiento donde las piernas han sido sometidas a presión, o cargas externas. Además, es ideal para aquellas personas poco acostumbradas a entrenar o bien, que su rutina diaria les provoque estar sentados o de pie durante largos períodos de tiempo.
- Alivia la fatiga. Por ejemplo, la sensación de piernas cansadas o brazos tirantes. Después de una intensa sesión de entreno, nuestras piernas o brazos se sienten pesados, cansados e incluso adoloridos. Por ello, un masaje a lo largo de la musculatura permitirá reducir la sensación de pesadez y cualquier dolencia o malestar que pueda surgir durante y tras pasados unos días del entrenamiento.
- Aumenta el drenaje de piernas y brazos. Siempre que no exista ningún tipo de patología previa, la percusión de la pistola aumenta el drenaje linfático movilizando las sustancias de deshecho producidas por el cuerpo.
- Alivia la carga cervical y de los hombros. La aplicación de la pistola sobre estas zonas resulta muy beneficiosa para mejorar el exceso de tono muscular producido por la tensión del cuello y hombros, sobre todo en las personas que pueden realizar un movimiento desafortunado durante el uso de máquinas del gimnasio o bien la colocación de excesivo peso en la zona escapular. Si combinamos esta terapia, con ejercicio terapéutico que nos obligue a estar más erguidos, la mejoría está garantizada.
Cuándo usar este tratamiento
Esta terapia se puede llevar a cabo también antes de realizar ejercicio, ya que al mejorar la circulación actúa como preparación para los músculos. Si lo usamos después de hacer deporte, mejoraremos la recuperación (agujetas y drenaje linfático). Se puede usar tantas veces como sea necesario y dependiendo de cada persona (no es lo mismo un deportista de élite que uno menos experimentado o amateur) y el tipo de actividad que suela realizar. Incluso lo puedes usar mientras ves la televisión o después de un día largo de trabajo en el que sientas que tus músculos no están al cien por cien.
Con el objetivo de trasladar todos los beneficios de la terapia de percusión, las pistolas de percusión incorporan la tecnología más completa para realizar trabajos de recuperación, ya que, por su tamaño y anatomía, llega a todos los grupos musculares y es ideal para comenzar a usarla en el centro de entrenamiento y en si se hace ejercicio en casa. La frecuencia y el tipo de tratamiento pueden cambiar en función del tipo de entrenamiento que realicemos.
Es difícil que se produzca algún tipo de problema o efecto adverso al aplicar este tipo de pistolas de percusión. Sin embargo, no es aconsejable que se aplique esta terapia durante demasiado tiempo o sobre un músculo dañado o con algún tipo de lesión.