Bienestar

Insomnio: así es cómo te afecta beber más o menos agua

El insomnio puede estar motivado por causas de diversa índole. Estrés, desajustes hormonales, malos hábitos antes de acostarse, una alimentación copiosa en las cenas… Estos son sólo algunos de los

  • Insomnio: así es cómo te afecta beber más o menos agua. -

El insomnio puede estar motivado por causas de diversa índole. Estrés, desajustes hormonales, malos hábitos antes de acostarse, una alimentación copiosa en las cenas… Estos son sólo algunos de los motivos que pueden provocar que conciliemos mal el sueño o que este se vea interrumpido durante las horas en las que deberíamos estar dormidos plácidamente. Además, hay una nueva causa que puede afectar a la calidad de nuestro sueño: la hidratación.

Dormir mal puede afectar a tu salud, tu energía, tu estado de ánimo e incluso a la calidad de vida y al trabajo (hará que estemos menos concentrados, con falta de motivación…). Este trastorno del sueño frecuente puede manifestarse de formas diferentes, ya sea tardando hasta horas para caer rendido en la cama, hasta despertarse demasiado temprano sin volver a dormirse o despertarse unas cuantas veces durante la noche, provocando ansiedad y una sensación de desasosiego de lo más estresante. El insomnio puede ser crónico o transitorio.

¿Qué tiene que ver que bebamos más o menos agua para dormir mejor? El cuerpo del ser humano está formado por un alto índice de agua, ya que el 85 por ciento de la sangre es ese líquido y también lo es el 80 por ciento de la masa muscular y una cuarta parte de la masa ósea. Es evidente que una correcta hidratación es fundamental para una buena salud y por eso debemos mantener nuestro organismo con un buen nivel de hidratación tanto de día como de noche.

Podemos pensar que beber esos dos litros de agua diarios que tanto nos recuerdan los nutricionistas no es tan importante, pero lo cierto es que una mínima deshidratación puede repercutir en tus actividades diarias (trabajo, estudios…)... y nocturnas. 

Aunque no hay demasiados estudios científicos sobre el poder del agua sobre la calidad del sueño, sí que se puede afirmar que cuando dormimos, el agua que hemos bebido antes de acostarnos llega más fácil a todas las partes del cuerpo, reparando músculos, articulaciones y equilibrando nuestro sistema hormonal.

Según una investigación publicada por Sleep en 2019, después de un estudio con más de 20.000 personas de nacionalidad china y americana, aquellos que aseguraron que dormían menos de seis horas al día se demostró que tenían un índice de hidratación inadecuado (gracias a diferentes análisis de orina), que aquellos que dormían ocho o más horas del tirón cada noche.

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La hidratación influye sobre el insomnio y mejora o empeora la calidad del sueño.Pixabay

Consecuencias nocturnas de la deshidratación

Aunque esta investigación no contesta a muchas preguntas sobre el efecto de una buena o mala hidratación sobre el sueño, algunos expertos han detallado qué puede suceder durante las horas en las que deberíamos dormir si estamos deshidratados (también si bebemos ‘demasiada’ agua). Entre las consecuencias que puede tener la deshidratación sobre el sueño continuado encontramos:

  • Sentir sed durante la noche. Una situación que nos haría despertarnos entre la noche o antes de la hora a la que deberíamos levantarnos con la necesidad de beber agua para poder volver a dormirnos. A esto le añadimos la sequedad bucal, que provoca una sensación de malestar que afecta al sueño. 
  • Espasmos musculares. Esta es una de las consecuencias principales de no beber suficiente agua durante la jornada -recordemos que la masa muscular está compuesta por agua en su mayor parte- y es algo que dificulta enormemente la conciliación del sueño y que puede provocar que la persona se despierte en varias ocasiones durante la noche.
  • Calambres musculares. Parecidos a los espasmos, este es otro síntoma de la deshidratación que causa graves molestias, e incluso dolores, que harán que no podamos pegar ojo. 
  • Migrañas y dolores de cabeza que impiden dormir del tirón o incluso tardar horas en dormirnos. 

Beneficios de estar bien hidratado

Beber agua ayuda a descansar mejor porque mantiene el equilibrio hidromineral durante el sueño. Además, durante la noche, sobre todo en periodos como el verano, muchas personas tienden a sudar más (algo muy positivo porque se eliminan toxinas) y es entonces cuando el agua nos ayudará a mantener la temperatura corporal en el rango normal. A esto debemos añadir que si estamos deshidratados, las vías respiratorias pueden contraerse y esto hace más difícil la respiración, algo que hará que nos despertemos sin quererlo. 

Otro de los beneficios de una buena hidratación es que facilita la digestión y mejora el tránsito intestinal, así como regula la presión sanguínea (con más agua en el cuerpo, la sangre circula mejor). Si quieres perder peso, sabrás que beber agua ayuda a que se acelere el metabolismo durante la noche de la manera más saludable (el cuerpo quema calorías propias durante la noche) que el estado de reposo requiere. 

Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de beber agua, hablamos específicamente de ese líquido y no de otros, es decir, que no es sustituible por otras bebidas como el café, los refrescos o incluso las infusiones. 

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Bebe dos litros de agua al día durante las cinco comidas recomendadas.Pixabay

Evita beber agua justo antes de dormir

Si beber poca agua puede ser muy negativo para nuestra salud en general y para la calidad del sueño en particular, también beber agua en exceso puede tener contraindicaciones. Sobre todo si bebemos una gran cantidad de agua poco antes de irnos a dormir, provocaremos que tengamos la necesidad imperiosa durante la noche de levantarnos en una o más ocasiones al aseo para orinar y al regresar a la cama tardar unos cuantos minutos en volver a conciliar el sueño. A esta situación se la conoce como nicturia y puede llegar a convertirse en una enfermedad. 

Lo mejor siempre es beber agua a lo largo de la jornada y mejor si lo hacemos durante las comidas (lo ideal es tomar dos vasos grandes agua en cada una de las cinco comidas que deberíamos hacer para una alimentación saludable) y evitar hacerlo las horas previas al sueño (al menos una hora antes de irnos a la cama).

Un pequeño truco si tenemos sed antes de acostarnos es beber un par de pequeños sorbos de agua. El consumo de café, bebidas alcohólicas y de productos con un alto nivel de azúcar también pueden afectar a la calidad del sueño, ya que harán que consumamos más agua de la que deberíamos y que nuestro sueño se vea interrumpido durante la noche.

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