Todos somos conscientes de la necesidad de practicar deporte para llevar una vida saludable. Algo que recomiendan todos los expertos y que aporta beneficios tanto a nivel físico como mental. Aunque también es cierto que muchos achacan la falta de tiempo, e incluso de motivación o las cuestiones económicas, para sacar cada día un rato para entrenar.
Dejando las excusas de lado, existen numerosas actividades que se pueden acoplar a nuestro día a día. Y si además, son efectivas, mejor que mejor. Saltar a la cuerda, además de ser uno de los juegos más practicados en la infancia, puede convertirse en nuestro mejor aliado para, con unos minutos cada día, conseguir tonificar nuestro cuerpo y adelgazar.
Olvidado por muchos como una práctica deportiva, saltar a la cuerda conlleva un ejercicio aeróbico con el que se pone en marcha todo el cuerpo aumentando rápidamente las pulsaciones, por lo que es un gran aliado para quemar calorías en poco tiempo. Eso sí, la clave está en la intensidad.
Al igual que de pequeños jugábamos a saltar la cuerda al ritmo de canciones infantiles como diversión, ahora podemos incluir esta práctica en nuestra rutina diaria deportiva. Y es que, según apuntan algunos expertos, saltando a la cuerda podemos conseguir quemar incluso más calorías que corriendo o montando en bicicleta.
Beneficios de saltar a la cuerda
Aunque a priori pueda parecer sencillo, e incluso hay quien lo tacha de absurdo, saltar a la cuerda manteniendo un ritmo y una intensidad adecuada no es tan fácil, requiere de concentración y resistencia.
Este entrenamiento cardiovascular, utilizado en muchos deportes como un perfecto calentamiento, como es el caso del boxeo, y perfecto para adelgazar, pone en juego todo el cuerpo, tanto el tren inferior como el superior, e incluso es perfecto para tonificar los abdominales.
Entre los beneficios de saltar a la cuerda también encontramos que es efectivo para fortalecer los huesos, mejorando la densidad ósea lo que ayuda a prevenir la osteoporosis.
Además de aumentar las pulsaciones, saltar a la cuerda supone un trabajo de coordinación y resistencia. Muchos son los expertos que reconocen los grandes beneficios de este ejercicio: nos ayuda a quemar calorías, a eliminar líquidos, controlar el estrés y los ritmos de la respiración.
¿Cuánto tiempo tengo que saltar a la cuerda para adelgazar?
Esta puede ser la gran pregunta en torno a esta práctica. Y, como era de esperar, no hay una respuesta exacta. Considerado uno de los ejercicios cardiovasculares más completos, está demostrado que saltar a la cuerda ayuda a adelgazar. Pero no vale de cualquier manera.
Un estudio elaborado por la Harvard Medical School concluyó que saltar durante 30 minutos puede llegar a quemar entre 300 y 400 calorías. Es decir, un gasto energético superior al que se conseguiría corriendo. De hecho, otras investigaciones han demostrado que 20 minutos de saltar a la cuerda equivale a dos horas corriendo a una velocidad constante.
Eso sí, iniciarse en esta práctica no es tan sencillo, y aguantar los 30 minutos necesarios para esa quema de calorías, menos aún. Según los expertos, hay que empezar poco a poco. Por ejemplo, dedicando diez minutos al día en diferentes series. Dependiendo de cada persona y sus condiciones físicas, podremos establecer series de dos minutos, con uno de descanso, e ir ampliando el tiempo de actividad y reduciendo los descansos hasta conseguir ir avanzando.
¿Cómo saltar a la cuerda?
Una de las primeras recomendaciones de los expertos, es que antes de empezar a saltar a la cuerda, hay que ser consciente de las limitaciones de cada uno. Tal y como comentábamos, hay que empezar poco a poco e ir aumentando la intensidad según nuestro cuerpo se adapte a este ejercicio.
Además, con la práctica, se podrá ir cambiando tanto la intensidad como el modo de saltar. En contra de lo que algunos creen, saltar a la cuerda no es nada aburrido. Aunque la postura más habitual es saltar con los pies juntos, también se puede practicar alternando los pies, flexionando una de las rodillas (e ir alternando con las dos piernas), introducir cruces o giros con la cuerda, e incluso hacer saltos dobles.
Recomendaciones para evitar lesiones
Divertida, eficaz y perfecta para practicar a diario en cualquier sitio y sin que nos ‘robe’ mucho tiempo, esta práctica gana cada día más adeptos. Eso sí, los expertos recomiendan seguir unos consejos básicos para evitar daños o lesiones:
- Comenzar calentando las muñecas, las rodillas y los tobillos
- Flexionar ligeramente las rodillas al saltar para amortiguar el impacto
- Mantener un ritmo constante
- Elegir un material adecuado, existen numerosas cuerdas en el mercado con calidades y longitudes diferentes
- Mantener los codos pegados al cuerpo y realizar el giro de la cuerda con las muñecas y no con los brazos
- Mantener siempre la espalda recta mirando al frete para evitar problemas cervicales.