Una crisis matrimonial puede aparecer cuando menos nos lo esperamos. Esos momentos de dudas o incertidumbre dentro del matrimonio no tienen que suponer una ruptura definitiva, pero en algunas ocasiones puede entrañar un tiempo difícil en el que las dos personas deben poner de su parte si de verdad quieren superar la crisis y fortalecer además la relación.
Según el Instituto Nacional de Estadística, durante 2022 se registraron en España 179.107 matrimonios, un 20,5 por ciento más que en 2021. La tasa bruta de nupcialidad aumentó 0,6 puntos y se situó en 3,7 matrimonios por cada 1.000 habitantes. Además, la edad media en la que las parejas contrajeron matrimonio disminuyó en 2022. En los hombres se redujo dos décimas, hasta 39,3 años, y en las mujeres una décima, hasta 36,6 años.
Causas de la crisis matrimonial
Cada pareja es un mundo y esto es un tópico pero es completamente cierto. Pero hay algunos motivos generales por los que un matrimonio se puede ver envuelto en una crisis ya sea al inicio de la relación matrimonial o cuando ya se lleva casado un tiempo.
-Racha de negatividad. A veces las dudas o la crisis matrimonial no surge porque falte amor o se haya dejado de amar a la otra persona, sino porque quizá una de las dos personas está pasando por un mal momento personal y tiene una época en la que ve todo desde el lado negativo. Puede estar provocado por tensiones laborales o incluso familiares, pero ese cansancio y estrés puede afectar y mucho al matrimonio y hacer que todo lo que ves en el otro te parezca algo negativo.
En esos momentos se tiende a exagerar todos los supuestos defectos o fallos del otro y se dejan de lado como por arte de magia los aspectos positivos que esa persona seguramente tiene. Si esta racha se alarga en el tiempo, esto puede suponer un gran problema en la pareja por lo que es importante tratar de ver cuánto antes qué es lo que nos está haciendo sentir de esa forma con la persona a la que queremos.
-Infidelidad. Quizá esta sea la causa más ‘conocida’ a la hora de hablar de una crisis matrimonial. La infidelidad puede ser de muchas formas, ya sea virtual, emocional o sexual, pero cuando una pareja rompe la confianza, la crisis está prácticamente asegurada. Superar una crisis matrimonial causada por la infidelidad de una de las dos personas que forman la pareja requiere mucha comunicación, tiempo y es posible que terapia de pareja.
-Problemas enquistados. Cuando hay un problema en la pareja que no se ha resuelto del todo o no se ha hablado lo suficiente, es normal que antes o después vuelva a salir a la luz. Conocer las expectativas del otro y si hay algo que se ha quedado ahí enquistado es clave para el buen funcionamiento de la relación de pareja. El apoyo mutuo debería además ser una constante en el matrimonio y cuando eso no sucede es cuando se puede producir la crisis matrimonial.
-Cambios en los deseos. Muchas de las crisis matrimoniales suelen surgir porque una de las dos personas o las dos han cambiado sus deseos o prioridades. Las personas pueden ir evolucionando y cambiando con el paso de los años y en los matrimonios esto puede influir cuando es duradero. Quizá uno de los dos no ha sabido adaptarse a nuevos retos o a la convivencia o la rutina y esto supondrá una crisis si no se ataja desde el inicio.
-Miedo a lo que vendrá. La incertidumbre puede afectar al matrimonio y hace que el futuro incierto se vea como algo que hace que la persona se tambalee. Esto aparece en personas con miedo al compromiso que pueden estar seguras en un principio pero con el paso del tiempo tener dudas sobre su relación. La inseguridad es uno de los motivos que puede provocar una crisis matrimonial.
Cómo superar una crisis matrimonial
Afrontar una crisis matrimonial puede ser un desafío emocional y personal. Recuerda que cada relación de pareja es única y puede requerir enfoques específicos y muy diferentes, por lo que los consejos de amigos y familia quizá para ti no sirvan de nada. La clave es la paciencia, la comprensión y el compromiso mutuo para superar las dificultades que estén instaladas en el matrimonio. Si las cosas no mejoran, es importante recordar que, en algunos casos, tomar decisiones difíciles, como la separación o el divorcio, puede ser lo mejor para ambas partes.
Te damos algunas sugerencias generales para tratar de afrontar una crisis matrimonial:
-Comunicación abierta y honesta. Habla con tu pareja sobre tus sentimientos y preocupaciones. Escucha activamente a la otra persona para entender sus perspectivas y sentimientos.
-Busca la ayuda de un profesional. Cuando una pareja no consigue superar la crisis matrimonial debería considerar la posibilidad de consultar a un terapeuta matrimonial o un consejero para obtener orientación y apoyo. La terapia puede ayudar a explorar problemas subyacentes y encontrar soluciones.
-Establece límites y expectativas. Trabaja en establecer límites claros sobre lo que es aceptable y lo que no en la relación, sobre lo que quieres o lo que esperas de la relación de pareja de cara al futuro más cercano. Habla de las expectativas mutuas para evitar malentendidos.
-Tiempo para la reflexión. A veces, es útil tomarse un tiempo para reflexionar sobre la relación y tus propios sentimientos antes de tomar decisiones importantes como puede ser una ruptura. A veces, es útil dar espacio para que ambas partes reflexionen, pero también es esencial mantener una conexión emocional.
-Compromiso con el cambio. Si los dos estáis comprometidos con la relación, es importante que los dos estéis dispuestos a hacer cambios tanto a nivel individual como en la relación. Identifica áreas específicas que necesiten mejorar y trabaja en ellas.
-Fomenta la empatía. Trata de comprender las experiencias y perspectivas de tu pareja. La empatía puede fortalecer la conexión emocional y ayudar a superar resentimientos. Recuerda las razones por las que te enamoraste de tu pareja y las cosas positivas en la relación. Identifica y valora los aspectos positivos en lugar de centrarte solo en los problemas.
-Cuida de ti mismo. No descuides tu bienestar físico y emocional durante este período difícil y trata de encontrar actividades que te hagan sentir energía positiva y te ayuden a mantenerte equilibrado.
-Considera todas las opciones. Reflexiona sobre las diferentes opciones disponibles, incluida la posibilidad de buscar asesoramiento legal si es necesario.
