El miedo al compromiso es un temor irracional que aparece cuando una relación de pareja comienza a ser algo ‘serio’. Puede haber causas muy variadas con respecto a este temor pero sin duda una de las más comunes es sentir que si nos comprometemos vamos a perder algo de nuestro ser, ya sea la libertad, la independencia o el control sobre nuestros propios sentimientos y emociones.
El miedo suele aparecer cuando vemos ‘peligrar’ nuestra zona de confort y puede haber cambios en nuestra seguridad emocional. Vivir en pareja significa conocer nuevas maneras de pensar y actuar y tener que adaptarse el uno al otro, pero eso no quiere decir que se pierda ni libertad ni independencia.
Hay personas que sienten además miedo a tener que depender de otra persona e incluso a perderse ciertas oportunidades por el hecho de estar en pareja. No están dispuestos a renunciar a nada ni a comprometerse en exclusiva con otra persona porque eso les agobia y sienten que pueden perderse algo ‘mejor’ fuera de la relación. Pasa además cuando alguien siente que está demasiado ocupado con su vida como para cuidar a otro o tener que adaptarse en cierta manera a otra persona. No ve la manera de hacer que los dos mundos se unan de manera natural.
En muchos casos, el miedo al compromiso suele aparecer cuando se ha tenido una mala experiencia con otra relación de pareja que le ha podido hacer sufrir. Tiende a pensar que le va a pasar lo mismo en la nueva relación de manera errónea. Es casi como un mecanismo de protección para no que no le vuelvan a hacer daño pese a que cada relación es diferente y cada persona ama y siente de una manera. Heridas de la infancia también pueden ser las causas, haber sufrido algún trauma o una situación familiar complicada.
Cómo identificarlo
Si has comenzado una relación de pareja y sientes que la otra persona no está dispuesta a comprometerse, seguramente observarás en él o ella alguno de estos rasgos:
- No es maduro a nivel emocional. Es impulsivo, no acepta sus errores, no se conoce bien a sí mismo y es inestable en sus emociones.
- Siempre ve el lado negativo y piensa que seguro que algo va a ir mal en vuestro futuro como pareja.
- Solo ve el lado negativo de una relación de pareja estable y nunca lo mira de manera positiva. Una relación debe sumar, no restar, que no se te olvide.
- No le es fácil comunicarse con la pareja y mucho menos si surge un conflicto, del que trata de huir siempre.
- Cuando parece que la cosa se pone seria, su decisión es romper con la pareja y además lo hace culpabilizando al otro por sus supuestos errores y no reconoce su miedo a comprometerse.
Síntomas del miedo al compromiso
Cada persona es única y ha recibido una educación o ha tenido unas determinadas experiencias vitales que le pueden hacer desarrollar este temor a la hora de tener una relación de pareja seria y profunda. Pero hay algunos síntomas habituales que hacen que se pueda ver que esa persona tiene miedo a comprometerse con otra.
-Independencia máxima. Es estupendo ser independiente y vivir la vida como se quiera vivirla, pero cuando una persona teme perder libertad por pasar más tiempo con su pareja o por comprometerse con ella siente seguramente un miedo irracional a ese compromiso. Aunque la pareja no le quite esa independencia ni esa libertad (esto es clave en una relación de pareja), la otra persona cree que sí o sí le va a restar independencia salir con alguien de manera más ‘formal’.
Aquí interviene también un miedo a ser dependiente emocionalmente de otra persona y piensan que eso les podrá hacer parecer más vulnerables ante una posible situación complicada. Según un estudio publicado por la Society for Personality and Social Psychology, las personas con alta evitación de los problemas son igual de felices en la soltería como en una relación de pareja, ya que al romper una relación se sienten liberados de esa presión que les angustia.
-¿Qué pasa si termina el enamoramiento? Las personas que tienen miedo al compromiso suelen disfrutar al máximo de la etapa inicial de enamoramiento y empiezan a sufrir cuando sienten que ese tiempo se está terminando. Pierden interés, se aburren porque solo disfrutan del cortejo, el enamoramiento inicial y de la seducción y no de la estabilidad o el amor, que incluye muchas más facetas.
-No saben vivir el conflicto. Muchas personas con miedo a comprometerse en una relación de pareja temen tener que vivir una situación de conflicto. En todas las parejas surgen discusiones y conflictos en mayor o menor medida, por lo que estas personas tienen temor a que esto pase porque no se manejan bien en esos momentos y les genera cierto estrés. No saben comunicar qué sienten o qué les disgusta, por eso huyen de un posible conflicto dejando de lado el compromiso.
-Miedo al fracaso. Otro miedo irracional que suele ir ligado al miedo al compromiso es el temor a que la relación no funcione y se sufra. Esto les hace no salir de su zona de confort para no sentirse inseguros ante algo que no van a poder controlar al cien por cien. Son personas algo vulnerables y a las que los cambios no les gustan demasiado.
Cómo superarlo
Si sientes que este miedo no te deja avanzar en tus relaciones, lo mejor es siempre acudir a un profesional que te facilite las pautas para poder salir de ese bucle que no te deja ser feliz en pareja a largo plazo. Pero para empezar, lo primero siempre es aceptar que tienes ese miedo al compromiso y a partir de ahí poner las soluciones. Intenta ver qué patrón sigues en tus relaciones de pareja y observa cuándo y porqué te alejas de esa persona con la que quizá tenías una relación feliz. Pregúntate qué quieres y cómo puedes conseguirlo.
Olvídate de pensar que puedes fracasar. Hay relaciones fabulosas y duraderas y otras igual de estupendas pero que terminan, pero todas son un aprendizaje para nuestra vida. No temas cometer errores, nadie es perfecto, si no lo intentas, nunca sabrás si funciona. Olvida lo aprendido hasta ahora y déjate sorprender, confía en la otra persona, ábrete a la otra persona, disfruta de lo que va llegando y no pienses en el futuro. La vida es muy corta como para preocuparnos por lo que pasará dentro de un año o una década.