La última vez que vi a aquel octogenario fue hace cosa de una semana. Serían las once de la mañana de uno de los escasos días de luz y calor de este verano tormentoso y gris que sacude el norte. Yo salí a pasear como tantos otros días y fue entonces,

Si nos atenemos a los últimos días habrá que reconocer que hemos alcanzado cimas inéditas de estupidez y vileza. El último tramo de la campaña electoral nos ha dejado entre perplejos y acomplejados. Con la sensación de estar viviendo