No está siendo barata la remontada de La 1 de Radiotelevisión Española. Este jueves se programaba en su horario de máxima audiencia la serie 4 estrellas, cuyo contrato asciende a 4,4 millones de euros. A su término, se estrenó José Mota Live Show, que obligará a la corporación a pagar una factura de 2 millones de euros. En los próximos días, sacará del baúl de los recuerdos Grand Prix, en el que invertirá otros 4 millones. En Prado del Rey esperan que la nostalgia que genera este concurso entre el gran público atraiga una audiencia considerable.
La corporación cuenta este 2023 con un presupuesto de 1.193,9 millones de euros. Esta cantidad se aproxima a su techo de gasto -1.200 millones- más que en ninguno de los ejercicios que han transcurrido desde 2010. Eso ha impulsado su audiencia, hasta el punto de situarla el pasado 20 de julio en 9,7 puntos. Es decir, al mismo nivel de Telecinco.
El todopoderoso grupo de los Berlusconi atraviesa una crisis en España casi insólita. Lo que antes funcionaba, ahora renquea y eso ha provocado que su audiencia se hunda. Jorge Javier Vázquez y sus colaboradores eran hace unos años un imán para la audiencia; y los programas de tele-realidad batían récords durante su clímax. Esos tiempos quedan cada vez más lejos.
Estos días se cumple el 23 aniversario del primer Gran Hermano. La audiencia de su última gala fue del 70% del share. Su éxito iba más allá de la franja en la que se emitía, dado que -al igual que otros buques insignia de Telecinco-, alimentaba a varios programas de su parrilla. Eso tuvo un efecto muy positivo durante años, pero ha provocado una especie de reacción en cadena -negativa- cuando estos formatos se han desgastado.
Según los datos de Kantar Media, La 1 consiguió su peor audiencia histórica en junio de 2021 y en agosto de 2022, con el 8,1% de cuota de pantalla. El pasado julio lo cerró con el 8,5% de share.
Este año ha mejorado sus resultados en 1,2 puntos durante los primeros 20 días de julio, hasta empatar con Telecinco. ¿Se impondrá al final del mes? Todo puede pasar, pero, en principio, a TVE podrían beneficiarle las elecciones generales, la resaca informativa que dejarán y el estreno o el mantenimiento en parrilla de programas que aseguran un buen resultado.
La crisis de Mediaset
Hay que remontarse más de una década para encontrar un momento en el que Telecinco compitiera con La 1 por su puesto en el ranking de audiencia. De hecho, entre principios de 2014 y mediados de 2021 fue el líder indiscutible de la TDT, en una posición que actualmente ostenta Antena 3, a una gran distancia de sus competidores.
En este mes de julio, de reposiciones y apuestas timoratas de las televisiones privadas, su resultado provisional es del 9,7%, lo que supone 1,3 puntos menos que en junio de 2023 y 3,4 menos que en el séptimo mes de 2022.
Los primeros meses de Alejandro Salem como consejero delegado de Mediaset España no han sido ni mucho menos fáciles. Entre rencillas internas, decisiones difíciles y apuestas que no dan todo el resultado que se esperaba, las dudas sobre la posibilidad de que Telecinco vuelva a ser lo que era han aumentado.
Septiembre vendrá acompañado de nuevas apuestas de programación. Ana Rosa Quintana tomará el mando de la franja vespertina y se sacarán del armario formatos como Gran Hermano, que generaron grandes alegrías en Fininvest -el brazo inversor de lo Berlusconi- en varias de sus ediciones, pese a que flojearon en las últimas.
¿Qué ocurrirá en RTVE?
También hay que tener en cuenta que, en otoño, podría conformarse un nuevo Gobierno en España y eso -coinciden las fuentes de RTVE consultadas por este periódico- terminaría tarde o temprano con el mandato de Elena Sánchez y haría caer a una buena parte de su equipo directivo. ¿Afectaría eso a la mejora de la audiencia de La 1, tan acompañada por un generosísimo presupuesto estos meses? En Prado del Rey lo consideran probable. Ahora bien, la posibilidad de terminar un mes por delante de Telecinco ha generado una especial motivación en algún alto directivo.
No se puede decir que la corporación esté exenta de dificultades económicas, pese a su presupuesto mil-millonario. Cada año, invierte el 40% de su presupuesto en pagar a su plantilla, que el año pasado casi llegó a los 6.700 efectivos. No obstante, las menores estrecheces de este 2023 le han permitido renovar apuestas exitosas como La promesa, rescatar Grand Prix en la época de menor consumo de televisión del año, mantener MasterChef en sus diferentes formatos y reclutar caras conocidas como Jaime Cantizano, Pedro Ruiz o Jordi González, a la vez que contra-ofertar a otras que tenían un buen de montón de billetes sobre la mesa, que procedían de alguna oferta de Mediaset.
La atmósfera de las reuniones de su Consejo de Administración es pesada y nadie oculta las rencillas que existen entre los directivos de RTVE, pero la crisis de Telecinco, los aciertos y el generoso presupuesto de este año han hecho que La 1 llegue a final de julio en una situación mucho mejor que el año anterior.
