“Un verdejo” e, incluso, “un verdejito”. El nombre de la uva más característica de Rueda y dos expresiones muy oídas en los bares a la hora de pedir vino blanco. Ya es poco habitual que se identifique una denominación de origen con el nombre de su uva predominante, pero si tenemos en cuenta que la D.O. acaba de batir su récord histórico con 92 millones de contraetiquetas emitidas y que, si hablamos de vino blanco, es “la DO más consumida en nuestro país” según asegura Carmen San Martín, presidenta del Consejo Regulador, el asombro disminuye.Las cifras están ahí: Rueda experimentó un crecimiento el pasado año de un 13,07% en ventas respecto a 2018. Para más datos, el último informe de la consultora AC Nielsen, más de la mitad de los consumidores que prueban los vinos blancos de Rueda se convierten en consumidores habituales.
Cuarenta años
Cuna del vino blanco castellano, su zona de producción se encuentra integrada en las provincias de Valladolid, Segovia Ávila, con 72 municipios en total, y con la variedad verdejo como reina absoluta. Una uva que pobló esas tierras desde el siglo XI, en el reinado de Alfonso VI.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda, a partir del 1 de enero ha permitido utilizar las nuevas variedades de uva viognier y chardonnay para elaborar vinos blancos
Mirando al futuro, el año 2020 será una fecha muy especial. Por una parte, la denominación de origen- la primera fundada en Castilla y León en 1980-, celebrará su 40 aniversario, pero también permite utilizar desde el uno de enero, por primera vez, otras variedades de uva como viognier y chardonnay.
Alternativas al enoturismo
Buenos datos, por supuesto, aunque entre las numerosas bodegas de Rueda también las hay mejores y peores. Es innegable que, al calor de grandes bodegas, han surgido otras casas cuya calidad no es ni mucho menos la misma. No obstante, y al margen de estas diferencias finales en elaboraciones, sí es verdad que la verdejo es una uva excepcional, herbácea, de excelente acidez y con un toque final de amargor delicado y elegante. Y distintas bodegas de la zona, además de organizar actividades enoturísticas, ofrecen un interesante valor añadido con otras alternativas para los visitantes.
1) Bodegas Menade
Además de la visita guiada por la bodega, en su “Granja Menade” se pueden ver reptiles, gallinas, ocas y burros. Además, su “Hotel de Insectos” es interesante para que aprendan los niños sobre estos bichitos. La bodega, sumamente moderna, posee una zona subterránea del siglo XIX.
2) Grupo Matarromera
En Emina, su bodega en la DO Rueda, organizan unas especiales catas alternando la cata de vinos con la prueba de cosméticos elaborados con las pepitas de la uva verdejo. Una gama de productos, como los exfoliantes, que están elaborados con ingredientes naturales.
3) Félix Sanz
El grupo engloba un hotel enológico, una bodega del siglo XV y sus tratamientos de vinoterapia, tanto faciales como corporales. Esta opción forma parte de una gran variedad de propuestas de enoturismo en la DO Rueda.
4) Valdecuevas
Una actividad pensada para que padres e hijos (15-16 años) disfruten de talleres sensoriales con los aromas y sabores del vino junto a la cata de dos referencias. Para los más pequeños degustación de mostos. También se realizan talleres sobre el aceite de oliva virgen extra de la bodega con cata incluida. Cada niño debe ir acompañado de un adulto.
5) Yllera
Singulares y laberínticas bodegas subterráneas donde reposan sus vinos. En Yllera, han creado un interesante recorrido al relacionar sus vinos con diferentes episodios del mito de Minotauro bajo el nombre de “El hilo de Ariadna”. Dentro de la bodega poseen un restaurante.