Si un enjambre de abejas le persigue con intención de picarle lo único que puede salvarle es que a los insectos les entren súbitamente las ganas de comer. Así lo recoge un trabajo publicado por Morgane Nouvian y su equipo en la revista Nature Communications en el que han documentado el comportamiento de las abejas en distintos escenarios y sometidas a distintos estímulos químicos.
Para sus experimentos Nouvian ideó un dispositivo circular en el que encerrar a una pareja de abejas mientras una especie de penacho daba vueltas para molestarlas. Estos insectos disponen de un mecanismo de defensa colectivo que les permite transmitir una señal química de alarmas a sus compañeras cuando existe una amenaza para el panal. En los vídeos que acompañan al estudio se observa cómo la reacción de una primera abeja, que pica al penacho rotador, desata la respuesta casi inmediata de su compañera.
Estas feromonas de alarma son útiles para proteger a la comunidad pero tienen un alto coste para los individuos. Cada vez que una abeja clava su aguijón en el cuerpo de una víctima lo paga con su propia vida. Los autores del trabajo probaron los efectos de distintas sustancias químicas y, contando el número de ataques que conseguían desactivar en su dispositivo de pruebas, descubrieron que existen dos compuestos, el linalool y el alcohol fenetílico, que neutralizaban la respuesta agresiva de las abejas. Estas dos sustancias químicas se encuentran en numerosas flores, como la lavanda, y provocan su particular olor.
El descubrimiento podría ayudar a los apicultores a mantener sus enjambres tranquilos
Un dato relevante del estudio es que estas señales que desactivan el ataque no lo hacen enmascarando la feromona de alarma de las abejas, sino que indica al insecto que existe una recompensa de comida valiosa, de modo que ésta pone el plan de ataque en segundo término. El trabajo proporciona una valiosa visión sobre el comportamiento de las abejas y sus reacciones sensoriales y podría ser útil para proporcionar a los apicultores herramientas con las que mantener tranquilos a los enjambres.
Referencia: Appetitive floral odours prevent aggression in honeybees (Nature Communications) DOI 10.1038/ncomms10247