España se queda sin golondrinas. La organización SEO/BirdLife lleva varias décadas recogiendo datos de la población de estas aves en nuestro país a través del programa Sacre (Tendencia de las Aves en Primavera) realizado por miles de voluntarios. Según sus datos, en el periodo 1998-2013 se ha producido un descenso de la población del 32,1%. Hablando de cifras concretas, en 2004 se calculó que había cerca de 30 millones de ejemplares de golondrina en España. Esto significa que se han perdido 10 millones de ellas, es decir un millón de ejemplares por año.
Entre 1998 y 2013 se han perdido diez millones de golondrinas
Este descenso se corresponde con lo que le ocurre a otras especies agrícolas. Los datos de seguimiento de 125 especies comunes desde 1998 muestran un descenso general de las especies ligadas a ambientes agrarios y un aumento de las generalistas propias de medios forestales. Según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la golondrina podría considerarse en España dentro de la categoría de amenaza vulnerable, una categoría similar a la de la cigüeña negra o el buitre negro. En Europa su población experimenta un declive aún mayor que en España. Los datos del European Bird Census Council (EBCC), indican un descenso en toda Europa del 35% para el periodo comprendido entre 1990-2011.
La golondrina está en una situación similar la cigüeña negra o el buitre negro
Desde SEO/BirdLife aseguran que la golondrina común (Hirundo rustica) está en regresión por un cúmulo de factores, como el despoblamiento rural, que ha hecho que sus lugares de cría preferidos sean abandonados o destruidos, y por el uso intensivo de insecticidas y otros químicos en el campo, que merma su potencial reproductor y elimina su principal fuente de alimentación, los insectos. Además, la persecución directa y la falta de lugares adecuados para nidificar en los edificios modernos contribuyen a su deterioro. Otro problema es la escasez de material para la construcción de sus nidos en algunas zonas urbanas.
Sobre la migración de las golondrinas aún quedan muchos detalles por conocer. Aunque ha sido anillada con frecuencia, solo hay constancia de unas pocas recuperaciones en África, con lo que las zonas de invernada son aún una incógnita, al igual que los detalles de sus movimientos migratorios. Sin embargo, la recaptura de dos golondrinas comunes en la primavera de 2013, marcadas con geolocalizadores ha permitido por primera vez en España conocer sus movimientos, rutas migratorias y zonas de invernada, necesarios para conocer su biología y facilitar su conservación. Un aparato de menos de 0,6 gramos dispuesto en la espalda de las aves ha servido para conseguirlo.
Al conocer las rutas completas de su migración se pueden detectar los puntos clave para ellas en África y actuar allí para mejorar su conservación. En 2014, SEO/BirdLife ha elegido a la golondrina como Ave del Año y lanzará una campaña de captación de fondos y la recaudación para BirdLife en África para que se invierta en acciones de conservación en los puntos más importantes de la migración de la golondrina. "Un mundo con golondrinas", aseguran, "es un mundo mejor para todos".
Fuente: SEO/BirdlLife
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