Ciencia

El granadino que te quiere llevar de turismo espacial

El ingeniero granadino José Mariano López-Urdiales  quiere ser el primero en ofrecer vuelos turísticos privados al espacio mediante globos aerostáticos. En breve, asegura, no solo será capaz de enviar personas sino que además ha iniciado las pruebas necesarias para poner en órbita satélites de manera económica, segura y eficaz.

  • El ingeniero granadino José Mariano López-Urdiales

José Mariano López-Urdiales lleva la carrera espacial en los genes. Su padre, astrofísico con una dilatada experiencia en misiones espaciales, ya utilizaba globos para el estudio de la atmósfera hace varias décadas. De pequeño, a principios de los años ’80, José Mariano  acompañaba a su padre a las instalaciones del INTA y desde El Arenosillo veía cómo se ponía en marcha el cohete español INTA 300 capaz de elevar una carga de 50 kilos a unos 250 km de altura. En aquella época, los ingenieros ya preveían un futuro en el que la nanotecnología cambiaría la forma de acceder al espacio.

"La carrera espacial, allá por la década de los ’50, se inició con globos"

Tres décadas después, y siguiendo los pasos de otro granadino ilustre, Emilio Herrera (padre del traje espacial que las misiones Apolo), el propio José Mariano se propone ser el primer español que ofrezca vuelos privados al espacio y que ponga satélites en órbita mediante globos aerostáticos.   ¿Por qué en globo? El dueño de Zero2Infinity  apunta  un dato clave que hoy poca gente recuerda: “La carrera espacial, allá por la década de los ’50, se inició con globos. Así es como realmente se pensaba subir al espacio, esa era la forma más barata y eficaz”, explica a Next. “El avance de la guerra fría y la incipiente tecnología hicieron que se comenzasen a sustituir los globos por cohetes simplemente porque los satélites o las armas nucleares que se necesitaban en aquellos tiempos pesaban demasiado para elevarlos en globo”. Sin embargo, en la actualidad el enorme avance de la tecnología ha hecho que la mayoría de satélites apenas pesen unos kilos. Es hora de repensar la manera de acceder a las órbitas bajas y retomar un sistema que es seguro, barato y ecológico.

De las conversaciones con su padre y de ideas anotadas y dibujadas en numerosas libretas a lo largo de estos años, José Mariano ha ido configurando un proyecto que le lleva a competir directamente con magnates del espacio como Virgin Galactic. “Se podría decir que queremos lo mismo pero la diferencia tanto en la forma como en el contenido es grande”, asegura el ingeniero. Mientras que la compañía del británico Richard Branson utiliza una nave impulsada con cohetes que ya ha demostrado lo peligroso que puede ser (el pasado 31 de octubre tuvo un accidente al estrellarse en el desierto de Mojave en el que uno de los pilotos falleció)  el granadino asegura que los globos son una forma más segura de ofrecer la misma experiencia al turista espacial.

El precio también varía sustancialmente: 250.000 dólares por un viaje en la Spaceship Two frente a los 110.000 $ que costaría el vuelo en globo. Y subirá hasta una altura de 36 kilómetros. “Podríamos elevarnos aún más pero subir a mayor altura reduce la seguridad y apenas aporta nada más”, indica el empresario granadino. “A esa altura ya puedes contemplar perfectamente la curvatura de la Tierra y ver el cielo negro en contraste con el planeta azul. Es la experiencia que buscamos. No es necesario subir más”.

Infografía del vuelo espacial previsto por Zero2Infinity

Bloostar, el proyecto más ambicioso

José Mariano es reacio a poner una fecha de inicio pero calcula que si todo va por el buen camino en un par de años, se podría hacer el primer vuelo con su sistema aerostático. Pero sus ambiciones no se quedan en el turismo espacial. Desde 2009 ha puesto en marcha un proyecto que convierte a su empresa Zero2Infinity en la primera alternativa española al lanzamiento convencional de satélites.

La parte más difícil y cara de lanzar un cohete es la primera etapa. Escapar de la gravedad de la Tierra es muy costoso y es necesario mucho combustible simplemente para los primeros kilómetros pero, ¿y si esa primera etapa fuese un globo? Bloostar pretende poner satélites en órbita utilizando una idea realmente brillante: sustituir los arriesgados y caros cohetes por un globo aerostático que eleve un sistema de cohetes hasta una altura de 25 kilómetros. “Yo no soy ingeniero de globos, soy ingeniero de cohetes”, recalca. “Trabajé muchos años en el Arianne 5 y durante mucho tiempo estuve ideando un tipo especial de cohete adosado a una primera etapa en globo que fuese más barata, ecológica y mucho más segura”

Infografía del lanzamiento de satélites mediante el sistema Bloostar

El desarrollo del cohete se compone de tres etapas adosadas a un sistema de globos de forma toroidal que utiliza gas natural y oxígeno como combustible y que solamente se pondrán en funcionamiento una vez alcanzada la altura necesaria. “A 25 km la densidad del aire es tan baja que no supone apenas resistencia, por eso hemos diseñado un cohete que está adaptado para encenderse en las capas altas de la atmósfera. Aquí abajo su funcionamiento sería bastante malo, pero está pensado para que una vez llegue arriba funcione de una manera muy eficaz”.

"Sustituir los cohetes por un globo aerostático será más barato y seguro"

El diseño realizado íntegramente por José Mariano es capaz de lanzar satélites a 600 kilómetros de altura y colocarlos en una órbita polar heliosíncrona, ideal para los sistemas de observación, meteorología, telecomunicaciones o seguimiento. ¿Cuántos satélites se podrían colocar en órbita con un solo vuelo? Depende del peso, responde el empresario. La carga útil es de 75 kilógramos la cual puede usarse para poner en órbita 15 satélites de 5 kilogramos o un solo satélite de 75 kilos.

En la actualidad el mercado de nanosatélites está en auge pero por ahora vuelan en cohetes como cargas secundarias y se tienen que adaptar su trayectoria a la órbita de las cargas principales. La empresa de López-Urdiales se convierte así en la primera en ofrecer vuelos directos y en la órbita deseada a todas aquellas compañías que quieran lanzar satélites.

Los primeros resultados experimentales del cohete han sido satisfactorios y a día de hoy ya ha conseguido 200 millones de euros en preventas procedentes de diversas empresas interesadas que como recuerda José Mariano aún tienen  que convertir en ventas.

El principal problema al que se enfrenta el proyecto, nos cuenta José Mariano, es de capital. Los permisos no suponen ninguna barrera ya que lo necesario para lanzar un globo es mucho menos complicado que para lanzar un cohete, y la tecnología de un globo lleva más de un siglo bastante clara, hoy en día se utilizan muy a menudo para estudios  atmosféricos y lanzamiento de pequeños telescopios solares como por ejemplo el proyecto Sunrise. Por eso la mayor dificultad es conseguir inversores. Zero2Infinity ya cuenta con potentes compañeros de viaje, como La Caixa que mediante su sociedad gestora de empresas de capital riesgo, Caixa Capital Risc ha adquirido un 10% del capital, pero aún busca inversores que empujen el proyecto.

Más info: puedes conocer más en la web oficial de sus dos proyectos: Inbloon y Bloostar.

Sobre el autor. Javier Peláez es divulgador científico y colaborador de Next. Puedes seguir sus trabajos en La Aldea Irreductible.

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