La pregunta sobre si el 'gran circo' debía de aterrizar en Rusia después de todo lo que está sucediendo a nivel político, sobre todo tras el derribo de un avión comercial de 'Malaysia Airlines' por los separatistas prorrusos en Ucrania, acaparó gran parte de la rueda de prensa en el circuito de Hungaroring (Hungría) de los 'Team Principal'.
Todos ellos declinaron dar la opinión al respecto y recalcaron que la Fórmula 1 es un deporte que no tiene que verse inmerso en cosas políticas y que deben ser la FIA o Bernie Ecclestone los que digan si se debe acudir o no a esta nueva cita del calendario, recordando lo sucedido en Bahréin en el año 2011.
De todos modos, la insistencia de los periodistas provocó el enfado de Christian Horner, 'jefe' de Red Bull. "Esta rueda de prensa se está convirtiendo en algo deprimente", afirmó. "Hay un calendario y los equipos decidimos si entramos o no. Todos tenemos pasión por el deporte y cuando firmamos ponemos nuestra fe y confianza en la FIA", remarcó.
"Iremos a estas carreras a no ser que digan que no y vosotros (a los periodistas) vais a estar allí, porque sois apasionados del deporte o por vuestro trabajo. No está bien que la F-1 sea una cuestión política, somos un deporte y deberíamos estar hablando en esta rueda de prensa de los pilotos o de las grandes carreras que estamos viendo, pero todo de lo que hablamos es aburrido", zanjó con contundencia.