No lo esconde. Gonzalo Higuaín está feliz en el Nápoles. En apenas tres meses es la estrella del equipo que dirige Rafa Benítez y el ídolo de la caliente afición napolitana. "No tengo palabras para agradecerle a la gente de Nápoles el cariño que me da. Y lo más lindo es poder devolvérselo con goles", dijo 'El Pipa' tras la victoria en Liga de Campeones ante el Olympique de Marsella.
El argentino anunció a final de la temporada pasada que quería marcharse del Real Madrid y, aunque le costó más de lo esperado, finalmente pudo irse, aunque no a Inglaterra, como más le hubiera gustado y donde tenía un acuerdo con el Arsenal, sino a Italia. El Nápoles, que antes había fichado a los también madridistas Callejón y Albiol, pagó 35 millones por el argentino.
Eso sí, para que su fichaje se concretara, Higuaín tuvo que aceptar que la operación la llevara a cabo Manuel García Quilón, agente de Rafa Benítez y también de los mencionados Callejón y Albio, así como de Pepe Reina, quien también ha recalado en San Paolo, en su caso procedente del Liverpool. De este modo, el padre del Pipa, que es quien siempre ha representado al delantero, tuvo que quedarse al margen.