Pep Guardiola quizás sea el mejor entrenador de fútbol de los últimos quince años. Pero sus capacidades privilegiadas para la táctica o el jogo bonito no le eximen de cometer errores clamorosos como el de este lunes, cuando trascendió una entrevista suya para Movistar en la que bromeaba con el precio que costó el colchonero Joao Félix: "El Atlético pagó el dinero que se supone siempre paga el Manchester City".
En estos tiempos propicios para la propaganda los periodistas empezamos a ser más útiles contrarrestando bulos que informando. Si bien lo paradójico es que solo informando se combaten los bulos. En los matices tantas veces extraviados entre tantas prisas están las claves que sirven para diferenciar los hechos, tozudamente tozudos, de las opiniones, libremente libres.
Tras el máster acelerado (todo lo es ya) en periodismo, vamos al grano, que no tenemos tiempo para reflexiones. La cosa es que después de escucharle, muta en obligatorio recordarle al entrenador catalán algunas cosas. Por ejemplo, que su club lleva gastados casi 1.500 millones de euros en fichajes desde 2008, cuando cayó en manos del jeque de Emiratos Árabes Mansour bin Zayed Al Nahyan.
No digo que sea de forma ilegítima, incluso obviando los manejos para soslayar el fair play ya tratados aquí, pero claro, hacer chanza con "el dinero que se supone siempre paga" el club de origen inglés resulta un tanto irracional. Es lógico que todo bicho viviente hable a menudo "del dinero que se supone siempre paga el City" teniendo en cuenta, sin ir más lejos, que el pasado verano pagó la friolera de 117,5 millones de euros por el extremo Jack Grealish.
O que en la temporada anterior gastó 170 kilos en fichajes. Y en la precedente otros 160. Con enormes cantidades pagadas por jugadores que no son precisamente de los mejores del mundo (68 por el central Ruben Dias o 65 por el lateral Joao Cancelo). En total, como ya se ha dicho, casi 1.500 millones desde que Bin Zayed es el propietario. Como recordaba el periodista Paul Tenorio en acertados mensajes de Twitter, esto supone un gasto que dobla el del Barça o triplica el del Madrid en este mismo período. Ahí es nada.
Teniendo en cuenta que el City es un club que solo funciona a golpe del inagotable talonario de los petrodólares, bromear con los millones que paga por los fichajes no parece lo más acertado
Podríamos hablar también del tinglado que tiene montado el jeque con el City Football Group, holding que comprende al City y a equipos de otros seis lugares del mundo, incluido el Girona. O de aquella antológica forma en que el TAS anuló la sanción al club inglés por la que en principio iba a quedar dos años fuera de la Champions League por saltarse ese fair play. O de que el equipo ya mayor de Manchester es el que más factura en el mundo, como contábamos hace una semana. Y no seremos populistas citando el sueldo del propio Guardiola, que según los medios especializados es el segundo mejor pagado del mundo, solo por detrás de su próximo rival, Simeone.
Con todos esos asuntos relacionados con el dinero y que pueden resumirse en que el City es un club que solo funciona a golpe del inagotable talonario de los petrodólares, bromear con los millones que paga por los fichajes no parece lo más acertado. No obstante, Guardiola, al que por cierto servidor idolatra como técnico, ya nos ha demostrado muchas veces que fuera del campo tiende a equivocarse.
