A menos de tres minutos para las doce de las noche, hora en la que expiraba el plazo para presentar la documentación necesaria y evitar así el descenso a Segunda B, la plantilla y la Junta Directiva del CD Mirandés reunieron el dinero necesario y, literalmente a la carrera, se presentaron en la comisaría de la Policía Nacional de la localidad burgalesa para lograr su objetivo: seguir en Segunda.
El club de Miranda de Ebro fue dado por descendido a primera hora de la tarde por el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, quien así lo afirmó en los micrófonos de 'Radio Marca'. Una vez más, y son ya demasiadas para el poco tiempo que lleva en el cargo, Tebas habló antes de tiempo.
Después de que los aficionados del CD Mirandés aportaran casi la mitad de los 2.240.000 euros del capital social, el club rojillo estaba pendiente del 1.300.000 prometido por el empresario Vicente España. Sin embargo, ese dinero no terminaba por llegar y la conversión a SAD no podía completarse. La directiva logró reunir 900.000 euros, pero seguían faltando 400.000. Vicente España dio su palabra, pero definitivamente dejó al club en la estacada.
Hasta ese momento, el descenso administrativo al que estaba abocado el Mirandés era un hecho tras la ausencia de capital, pero a lo largo de la tarde, y hasta las 23:57 horas, la movilización del vestuario que dirige Gonzalo Arconada, en el que varios futbolistas pusieron dinero, además de la propia Junta directiva, lograron y obraron el milagro.
El directivo Alfredo de Miguel corrió con el mayor desembolso, Díaz de Cerio, con 150.000 euros, Raúl García, ex jugador rojillo con la misma cantidad, y Pablo, Iván Agustín y Mujika, con el resto, completaron los 400.000 que faltaban para alcanzar los 1.313.680 necesarios.
De Miguel leyó el comunicado en el que se cargaban todas las tintas contra Vicente España: "El motivo, único, de tan desafortunado desenlace ha sido el incumplimiento de su desembolso de capital. Definitivamente, el pasado día 26 de julio comunicó al club y a los distintos medios de comunicación locales que el dinero «estaba en Miranda y concretamente citó a la entidad Caja 3. Esta noticia fue acogida por entusiasmo. Pero todo era mentira. el dinero no estaba en la cuenta, ni en la entidad bancaria que dijo, ni en Miranda; simplemente, el dinero nunca estuvo. Hoy, podemos afirmar que Vicente España ha engañado al club, a su afición y a toda la ciudad".
El impago de esos 400.000 euros permitía al Racing de Santander guardar la categoría de plata, pero la reacción de los futbolistas del Mirandés, con muchos aficionados esperando fuera de la sede del club, certificó la continuidad de los 'rojillos' en la Liga Adelante, la misma división que se ganaron sobre el terreno de juego y que por tanto no merecían perder, por más que Tebas les diera por descendidos.