El exjugador del Real Zaragoza José María Movilla asegura que su relación con el propietario del club aragonés, Agapito Iglesias, con el que había hablado en cuatro ocasiones, ha sido cordial, pero que su gestión al frente del mismo es "nefasta". Movilla, que convocó a los medios de comunicación a una rueda de prensa para despedirse de los aficionados zaragocistas después de haber sido despedido el pasado 25 de febrero, añadió que si a una gestión de este tipo se le añade el hecho de haber contratado al actual director general, Jesús García Pitarch, las cosas van a ir a peor. "¿Qué somos, masocas?", dijo a este respecto el centrocampista, que se volvió a preguntar si Pitarch quería que ascendiera el conjunto aragonés.
Sobre el propietario zaragocista explicó que ha hecho de un sentimiento "su corral" y que cuando se mezclan negocios y el paso de jugadores que no se involucran "pasa lo que pasa". Igualmente ha lanzado al aire la idea de que algo debería hacer la Liga de Fútbol Profesional sobre la forma de trabajar del Real Zaragoza. Sobre este asunto, y las numerosas demandas de exjugadores que tiene presentadas el club maño, ha avisado que, a la larga, repercutirán en la economía zaragocista "y mucho".
Movilla quiso agradecer, "por encima de todo", a su esposa lo que ha soportado durante los últimos meses, también a sus compañeros, tanto a los que le llamaron después del despido como a los que no, e igualmente las muestras de cariño, no solo de la afición del Real Zaragoza sino de las de otros equipos. "Me siento orgulloso de haber jugado en algunos de los mejores clubes de España y de que todas sus aficiones hayan apreciado lo que intento transmitir como honradez, honestidad, entrega y humildad", ha resaltado.
El mediocentro confesó que lo había pasado "muy mal" desde que comenzaron los problemas con el club, que el trato de éste fue "muy doloroso" y que no había hecho nada malo. "No me arrepiento de nada porque no he hecho nada. Denuncié al club por la forma en la que me trató y por mis derechos. Anteriormente ha habido momentos en los que me debía más dinero y he estado diez meses sin cobrar y no le denuncié", sentenció.