El próximo día 28, el nuevo San Mamés albergará por primera vez un partido de la Euskal Selekzioa. El rival será Perú y el encuentro servirá para reivindicar un año más la oficialidad de la selección vasca. Paradójicamente, y según ha confirmado la UEFA, el campo bilbaíno podría ser la sede de la selección española en la Eurocopa 2020, que se disputará en 13 ciudades de otros tantos países europeos.
Una de las sedes de la Euro 2020 podría ser una de las cuatro candidatas españolas escogidas y presentadas por la Federación Española de Fútbol (RFEF). Los rivales de Bilbao para acoger al menos dos partidos de la fase previa de la selección española son Cornellà-El Prat, el estadio olímpico de La Peineta de Madrid y el nuevo Mestalla, estos dos últimos aún sin teminar y casi sin empezar.
Con motivo de los 25 años de Ángel María Villar como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), la UEFA celebró su Comité Ejecutivo en Bilbao. La ocasión sirvió para vender la candidatura de la capital vizcaína, y del nuevo San Mamés concretamente, para la Eurocopa de 2020. Michel Platini, presidente de la UEFA, tuvo oportunidad de visitarlo en compañía de Villar y del presidente del Athletic, Josu Urrutia.
Cabe recordar que al antiguo San Mamés ya fue sede en 1982 del Mundial de España, donde se disputaron los partidos del Grupo D, en el cual estaban las selecciones de Inglaterra, Francia, Checoslovaquia y Kuwait. Además, en 2011 Bilbao acogió el final de una etapa y la salida de otra de la Vuelta ciclista a España, después de que la ronda española llevara 33 años sin pisar las carreteras vascas, y en 2014 será una de las sedes del Mundobasket que se disputa en España.
Tal y como anticipó Gianni Infantino, secretario general de la UEFA, en abril del próximo año la RFEF anunciará cuál de las ciudades precandidatas es la sede que presenta al máximo organismo del fútbol europeo. "Es una cuestión sólo de la Federación española decidir qué ciudad es sugerida para 2020", explicó Infantino.
Pues bien, parece que Villar tiene clara su preferencia y que poco le importa que Bilbao vaya albergar en unos días otro partido de la Euskal Selekzioa. Y tampoco le debe importar mucho a Urrutia. Por más que al nuevo San Mamés se le siga llamando 'La catedral', no se puede estar en misa y repicando.
