Exhausto y exultante tras más de cinco horas de intenso partido, Rafa Nadal atendió al locutor de la organización del Abierto de Australia sobre la pista azul de Melbourne.
"Estoy feliz... pero muy cansado", dijo el español. "Primero espero recuperarme bien, para mí es un privilegio, es muy especial para los dos volver a una final de un Grand Slam. Sé que Roger también ha tenido algunos problemas. Estuve con él en mi academia de Mallorca y sólo le puedo decir gracias por todo lo que hemos aprendido de él".