El clásico saudí ha sido toda una oda al futbol. Un partido de locura que el Real Madrid se llevó gracias a un gol del 'pajarito' Valderde en la primera parte de la prórroga. Vinicius y Karim Benzema hicieron los dos goles del conjunto blanco en el tiempo reglamentario, mientras que para el FC Barcelona los hicieron Luuk De Jong y Ansu Fati.
"Un clásico es un clásico". Esa es la frase que no ha parado de repetir Carlos Martínez durante la retransmisión de este Madrid Barça y la verdad que razón no le falta. Lo vivido este miércoles en Arabia Saudí ha sido un Madrid-Barça en toda regla.
Esta versión mejorada del Barça con respecto a la mostrada durante toda la temporada no les es suficiente para ganar a los de Ancelotti pero seguramente les dé un empujón para crecer y conseguir alir de la mala racha en la que se encuentran.
Primera parte
Si hubiera una frase que calificase adecuadamente la primera parte vivida en el Riad sería la ya celebre entonada por el periodista de la Fórmula 1 Antonio Lobato: "Si parpadean se lo pierden". El equipo de Carlo Ancelotti comenzó el partido haciendo valer su condición de favorito, llevando la voz cantante con ocasiones de peligro a la carrera e implantando un ritmo vertiginoso con un Luka Modric que deleitaría, una vez más, con un decálogo del buen futbol. Por su parte, el combinado blaugrana, fiel a su estilo, aguantaría la combinación de golpes blancos buscando la posesión y tratando de frenar las fugaces transiciones de balón entre los tres centrocampistas madridistas.
Los blancos buscarían contras incesantes durante los primeros 45 minutos con balones largos a Vinicius o Benzema, este último quien haría en numerosas ocasiones de '9 boya', recibiendo de espaldas a la portería pelotazos y convirtiendolos en buenos pases que descargarían la presión blaugrana.
Y es que tras unos minutos frenéticos entre ambos equipos con 'tomas y dacas', un fallo de Sergio Busquets, quien se dormiría con el balón en los pies, permitiría un balón largo cuyo receptor, Vinicius Jr controlaría, encararía la meta de Ter Stegen y perforaría la red del Barça poniéndo asi al Madrid por delante en el marcador.
No obstante, este primer asalto de la Supercopa española sería un gran ejemplo de una de las máximas del futbol: "Quien perdona acaba perdiendo". El Barça, lejos de aminalarse con el gol blanco, seguiría su hoja de ruta confiantes de que recogerían frutos, a pesar de las numerosas ocasiones que los de Ancelotti gorazon para poner tierra de por medio con sus rivales. Y así fue. Cuando ya los jugadores estaban mirando la boca de vestuarios, en una jugada de rebote, un despeje errático de Militao rebotaría en el '9' del barça, Luuk De Jon, entrando en el arco que defiende Thibaut Courtois.
Segunda parte
La segunda parte comenzaría de otra manera. Los de Xavi saldrían con una marcha más que los blancos con dos cambios. El técnico culé daría paso a Pedri, que venía de superar el coronavirus, por Frenkie De Jong y a Abde por Ferrán Torres. No obstante los empujes blaugranas duraron 10 minutos. Tras estos, las aguas se apaciguaron y el Real Madrid, buscando a 'Vini' consiguió despertarse y volver al encuentro.
El partido estaba muy abierto aunque el Real Madrid dió el primer susto cerca del minuto 65 gracias a un brillante control de Modric, que habilitaría a Karim Benzema en la banda derecha. Este cede sobre Rodrygo Goes,que acababa de entrar, para que se la devuelva al francés y después de un 'chotis' entre Benzema y Ronald Araujo en el área culé, el galo lanzó un zurdazo que se estrelló en la madera. Un golpe tambalería al equipo de Xavi Hernández lo pondría contra las cuerdas.
Inmediatamente después de ese directo blanco, llegaría el segundo gol madridista. Mendy rompió a Dani Alves, el defensa francés la pone atrás para Benzema, que busca el palo largo y se encuentra con una mano descomunal de Ter Stegen. El balón se queda muerto en el área, le cae a Carvajal que recoge el rechace, la pone atrás para Benzema que en boca de gol la empuja a la red como mandan los cánones. El Barcelona volvería a necesitar un gol para volver a tener posibilidades de disputar la final.
El combinado culé abocado a jugarsela arriesgaría buscando las tablas. Un empate que sí llegaría cuando estos, ya desesperados, asediando la muralla blanca pusieron un gran centro que, con Militao dormido, le gana el espacio Ansu Fati y el chaval cabecea a la red para poner el empate en el marcador. Un gran clásico el que se estaba viviendo.
El gol del nuevo '10' del Barça no daría la tranquilidad al partido, sino lo contrarío, animaría a ambas escuadras a buscar el tercero. Una tarea que no se llevaría a cabo y el partido se iría a la prórroga.
Prórroga
Los 30 minutos restantes sería un calco de los 90 reglamentarios. Ambos equipos salieron enchufados a pesar del cansancio acumulado y tratando de encontrar enérgicamente ese gol con sabor a final.
Los jugadores de Xavi Hernández saldrían a morder con incisivos ataques sobre el area del Real Madrid, pero esa mordiente le jugaría una mala pasada a los blaugranas dejando grandes espacios entre líneas que los blancos castigarían.
Rodrygo tiró un desmaque para recibir un balón al espacio de Casemiro, este entra en el área, la pone al medio, Vinicius la deja pasar sabedor de que Valverde llegaba por detrás para batir a Ter Stegen. Este gol, a cinco minutos del final de la primera parte de la prórroga daría paso a los segundos 15 minutos extra.
Una segunda mitad que se basó en un Barça volcado al ataque tratando de forzar unos penaltis que le darían una vida 'extra' en esta semifinal. Intentonas que estaban cargadas de corazón y poco fútbol por lo que fueron poco fructíferas para los de Xavi y acabaron coronando al Real Madrid como ganador de este clásico.