Lo sucedido este domingo en el Santiago Bernabéu tiene una explicación tan sencilla como sorprendente. Y ya está escrita desde hace unos días en un breve artículo publicado en el diario Marca y firmado por José Mourinho.
Se titula "Pasión, humildad y honor" y el segundo párrafo es categórico: "En la historia de nuestro gigantesco club pasarán muchos de los mejores jugadores del mundo. Arbeloa no tiene ese perfil tan alto, pero es seguramente uno de los que ha dado al Real Madrid, a sus aficionados, a todos sus entrenadores y a todos sus compañeros todo lo que tenía y lo que no tenía".
"Ha sido increíble, gracias a la gente. No se cómo expresar todo el agradecimiento de tantos años. A partir de ahora estaré donde están ellos ahora, millones de gracias a todos. Ha sido un homenaje precioso, más de lo que merezco. No esperaba recibir tanto cariño"
Se han escrito miles de análisis y hubo y sigue habiendo horas y horas de tertulia alrededor de la figura del exentrenador del Real Madrid porque fue con José Mourinho con el que empezó todo. Guste o no, la influencia del portugués en el madridismo es algo nunca visto.
A Mourinho le bastaron tres temporadas en el banquillo para revolucionar de forma radical el concepto de "señorío". Y Álvaro Arbeloa fue su alumno más aventajado.
El entrenador luso supo tocar la fibra de una parte de aficionados, que abrazaron la ideología mourinhista. Les convenció para dejar de poner la otra mejilla después de hacerles creer que existen poderosos enemigos que odian y maltratan al Real Madrid: árbitros, periodistas y, sobre todo, el Barcelona y su entorno.
Mourinho exageró su teoría victimista hasta el límite de lo grotesco, pero su inteligencia y poder mental es tal que precisamente hubo unos cuantos de esos antagonistas que vinieron a darle la razón. Es decir, algunos periodistas entraron al trapo con críticas desaforadas, y en Barcelona, movidos por la ira, mezclaron deporte, política y muchas más cosas en una guerra cruenta y sin sentido.
En ese ambiente bélico brotaron en el vestuario del Santiago Bernabéu lugartenientes fieles y entregados como Xabi Alonso o Arbeloa. Y a los tibios o pacifistas se les tildó de "traidores". Es el caso de Iker Casillas, uno de los jugadores más importantes en la historia del club.
El capitán buscó la paz en la selección española y llamó a Xavi para rebajar la tensión con los jugadores del Barcelona. Fue su perdición y la mecha definitiva que hizo estallar la paz en el seno del madridismo. Casillas acabó siendo silbado en el Bernabéu y se largó por la puerta de atrás rumbo a Oporto.
"Ha sido un orgullo vestir esta camiseta, es lo mejor que le puede pasar a cualquier futbolista, cada segundo que he pasado en este césped ha sido lo mejor de mi vida"
El "espartano" Arbeloa apenas ha jugado durante los últimos meses, pero se ha dedicado en cuerpo y alma a defender públicamente al Real Madrid. A ser el único que le ha plantado cara a las bromas de Piqué, quien acabó insultándole y llamándole "cono", por cierto un apodo ofensivo nacido de alguno de esos periodistas torpes que picaron el anzuelo y se convirtieron en fanáticos antiMou.
Así las cosas, en un club donde donde jugadores, técnicos directivos y presidente gustan de mostrar un perfil bajo y discreto, un tipo como Arbeloa, que da la cara por el Madrid, se la parten y presume de ello, ha acabado convirtiéndose en el "capitán ejemplar". En una figura idolatrada siempre por el mourinhismo y, finalmente, añorado de forma casi unánime por la afición blanca.
Por eso Álvaro Arbeloa ha sido despedido como un héroe de guerra por todo el estadio y lleva días encendiendo las redes de pasión madridista nunca vista en los últimos años:
https://twitter.com/Ronaldi7mo/status/729327330901016576
Quien no entienda la importancia que ha tenido Arbeloa en el Madrid sabe muy poco de fútbol.
— Riau (@xaviconde) May 7, 2016
No hay una foto que defina mejor a Arbeloa. Gracias por todo. pic.twitter.com/0S0s0p69qY
— Real Gómez (@RealGomezRM) May 8, 2016
La demostración de lo bien que lo ha hecho Arbeloa es el odio que le tienen los culés y los indios, muy fan
— Javi (@Javi8Rodriguez) May 8, 2016
El 'madridista' que insulte a Alvarao Arbeloa no merece ser hincha de este Real Madrid. Nunca puso en duda su entrega y amor al equipo.
— Jorge Carbonell (@carbonelljorge) May 8, 2016
Arbeloa lucirá 'madridismo' en sus botas: https://t.co/hv23TQIEF6 #HalaMadrid pic.twitter.com/l0jZiT6tyf
— Defensacentral.com (@defcentral) May 8, 2016
Nos guste más o menos, como persona o como jugador, respeto absoluto a @aarbeloa17. Hasta siempre Arbeloa. #AlmaDeCapitán.
— ⚽ Dᴀɴɪʟᴏ B.A. ⚽ (@Danilo_FutbolRH) May 8, 2016
https://twitter.com/jony_rivero5/status/729382769793617920
Arbeloa si es ese madridismo de cuna, de emoción, de dejarse la piel en el campo, de defender a tu club y anteponerlo a tus intereses.
— Fibo (@MouFibo) May 8, 2016
Quédate con quien te quiera como Álvaro Arbeloa quiere al Real Madrid. pic.twitter.com/SwMTFfYpdb
— Kroosinho ? (@Juanlu_RMCF) May 8, 2016
VÍDEO, CAMISETA GIGANTE Y MANTEOEl defensa Álvaro Arbeloa jugó este domingo su último partido con la camiseta del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, un estadio que le mostró su cariño y aprecio antes, durante y después del partido ante el Valencia (3-2).
El salmantino, canterano del conjunto blanco, retornó al club madridista en la temporada 2009-2010 tras marcharse en 2006, primero con destino al Deportivo de La Coruña y en ese mismo año al Liverpool, donde estuvo hasta 2009. Tanto con Manuel Pellegrini como con José Mourinho tuvo bastante protagonismo, pero el fichaje de Dani Carvajal en 2013 le hizo perder protagonismo, para quedar en un segundo plano en esta campaña con la llegada de Danilo.
Antes del partido, los videomarcadores del Santiago Bernabéu ofrecieron imágenes del paso del salmantino por el club y luego durante el partido fue el protagonista de muchos de los cánticos de los aficionados, que rompieron en una gran ovación cuando Zinédine Zidane le hizo salir a calentar.
El técnico francés, pese a como estaba el partido ante el Valencia, no dejó pasar la oportunidad de que el lateral se pudiese despedir de la afición y le metió en el campo en lugar de un Cristiano Ronaldo, que reclamaba todos los aplausos para su compañeros. Arbeloa, situado en su lateral derecho, tuvo casi cuarto de hora en su despedida. Una camiseta desplegada desde la grada de animación dio paso a su salida al campo, en los momentos más festivos de un partido que se estaba complicando.
Pero al final, el veterano jugador pudo también saborear su último partido en el Santiago Bernabéu con victoria. Tras el pitido final y el final del sufrimiento, la afición se consagró al lateral, manteado por todos sus compañeros en el centro del campo.
En total, el zaguero ha disputado 238 encuentros con el primer equipo en las últimas siete temporadas, en las que ha ganado una Liga de Campeones, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa, una Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de España.
Tras el partido, Arbeloa ha afirmado que espera seguir jugando al fútbol "hasta que el cuerpo aguante". "Aquí en España no puedo vestir otra camiseta que no sea la del Real Madrid", reiteró.
"Hasta el último momento vamos a creer, como hicimos en Lisboa y en otros momentos importante. Hasta el final vamos a estar ahí. Lo que tenemos claro es no cometer el error de hace dos años, cuando se nos escapó una Liga. Si el Barça no falla le daremos la enhorabuena como justos vencedores", sentenció sobre la Liga.