64 años. La espera para volver a ver a un futbolista español recibir el prestigioso Balón de Oro masculino llegó a su fin con Rodri como galardonado. Después de más de seis décadas, el centrocampista del Manchester City toma el relevo de Luis Suárez Miramontes, quien en 1960 se convirtió en el primer y hasta ahora único español en recibir este honor en el fútbol masculino. Suárez, legendario jugador del FC Barcelona y del Inter de Milán, dejó una huella imborrable en la historia del fútbol nacional e internacional; una página que celebra el ascenso de un nuevo heredero.
Rodri, pieza clave en el esquema de juego del conjunto 'citizen', logró conquistar la Premier League y fue fundamental para España en la reciente Eurocopa, donde también mostró un rendimiento sobresaliente. El galardón, que desde un principio parecía destinado a Vinicius Junior, tomó un giro inexperado horas antes de la celebración de la gala en su honor, situando así como protagonista al centrocampista español y reconociendo el crecimiento del fútbol nacional en los últimos años. Con esta distinción, Rodri devuelve a España al olimpo del fútbol mundial masculino, después de que otros jugadores nacionales emblemáticos como Andrés Iniesta, Xavi Hernández o Raúl González quedaran cerca, pero sin alcanzarlo.
Luis Suárez, delantero español que ganó el Balón de Oro en 1960 | FCB
Luis Suárez en 1960; Rodri Hernández en 2024
La figura de Luis Suárez Miramontes es así central en este contexto. Suárez, nacido en La Coruña en 1935, fue un pionero en el fútbol español. Su trayectoria inició en el Deportivo de La Coruña, pero fue en el FC Barcelona donde alcanzó su primer gran éxito, liderando al equipo en una época dorada y ganando títulos como dos Ligas, dos Copas de España y dos Copas de Ferias. En 1960, tras una de sus mejores temporadas, Suárez ganó el Balón de Oro, venciendo a jugadores de talla mundial como Ferenc Puskás o Uwe Seeler. Su excepcional habilidad, visión de juego y control del balón le valieron el apodo de "El Arquitecto", una capacidad de construir juego y orquestar el ataque de su equipo desde el mediocampo única.
El siguiente paso en la carrera de Suárez fue igualmente histórico. En 1961, fichó por el Inter de Milán, convirtiéndose en el primer futbolista español en jugar en la Serie A. Este traspaso, que alcanzó los 25 millones de pesetas, fue el más caro en la historia del fútbol hasta entonces, un hito que rompió barreras y abrió el camino para futuros jugadores españoles en el extranjero. Luis Suárez se convirtió con el tiempo en una figura legendaria para el club italiano, donde ganó hasta siete títulos y formó parte del equipo que triunfó en la Copa de Europa en dos ocasiones, en 1964 y 1965, junto con la Eurocopa de Naciones en 1964 con la Selección Española; logros que lo consolidaron como uno de los mejores jugadores de su época. Indiscutiblemente.
En la comparativa, Rodri representa el perfil del centrocampista moderno: versátil, con un amplio rango de pase y una capacidad táctica envidiable. Criado en las canteras del Villarreal CF y del Atlético de Madrid, Rodri se ha consolidado en los últimos años como un jugador indispensable en el esquema de Pep Guardiola, donde su capacidad para destruir el juego rival y distribuir el balón lo han convertido en el ancla del equipo inglés. Este último año, Rodri ha liderado al Manchester City a lo más alto, ganando la Premier League -cuarto título consecutivo- y otros trofeos de menor relevancia como la Community Shield (Supercopa de Inglaterra), la UEFA Super Cup (Supercopa de Europa) o el Mundial de Clubes disputado en diciembre.
El Balón de Oro de Luis Suárez llegó en una época en la que el fútbol español no tenía la proyección internacional de la que goza hoy. Suárez fue un innovador y un símbolo de talento, que logró destacarse y marcar un antes y un después incluso fuera de los terrenos nacionales. Rodri, por su parte, recoge ese legado con un perfil distinto, pero igualmente influyente. En un fútbol donde la velocidad y la técnica son determinantes, Rodri aporta calma, precisión y una inteligencia que lo destacan entre los mejores centrocampistas del mundo. La comparación con Suárez es un reconocimiento a su capacidad de liderazgo y a su rol esencial en el engranaje de su equipo. Sin embargo, a diferencia del delantero gallego, cuya carrera estuvo marcada por un estilo más ofensivo, Rodri representa un mediocampista de contención y creación, lo que resalta cómo ha evolucionado este mismo rol en el fútbol moderno.
El Balón de Oro para Rodri confirma un renacer en el fútbol español y corona una temporada donde España ha brillado en múltiples categorías. Alexia Putellas, la ganadora del Balón de Oro femenino en 2021 y 2022, y Aitana Bonmatí, actual bicampeona de dicho reconocimiento, han colocado al fútbol femenino español en la élite mundial y Rodri ha confirmado su mesura. En la gala de París, Lamine Yamal también fue reconocido con el premio Golden Boy (mejor jugador joven) que años atrás también obtuvieron Gavi o Pedri, mientras que Luis de la Fuente fue elegido mejor entrenador del año. De esta manera, el fútbol español redonde un cuarteto de éxitos históricos en varias categorías, consolidando su prestigio en la cima del fútbol.
Alexia Putellas y Aitana Bonmatí: élite del fútbol femenino
Como se ha mencionado anteriormente, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí han llevado al fútbol femenino español a nuevas alturas. En 2021, Alexia se convirtió en la primera española en ganar el Balón de Oro femenino, un reconocimiento que reafirmó su lugar en una élite futbolística mundial en la que España nunca antes tuvo cabida. Tras su debut profesional con el Espanyol, la mediocampista encontró en el FC Barcelona el escenario perfecto para desplegar su talento, acumulando 15 títulos, incluida la Champions League. Su segundo Balón de Oro en 2022 consolidó aún más su legado, incluso frente a la adversidad de una lesión antes de la Eurocopa.
Por su parte, Aitana Bonmatí ha seguido una trayectoria similar desde las filas juveniles del FC Barcelona. En 2021, fue pieza clave en la histórica Champions del club y fue reconocida como la MVP de la final. Su talento la llevó a ser nominada al Balón de Oro 2022, mientras su papel en el Mundial 2023 resultó crucial para que España alcanzara su primer título mundial, así como su presencia en la UEFA Nations League. Solo había algo que ponía en duda su doble corona: la ausencia de una medalla olímpica siendo la gran favorita para ello. Pero la temporada de Bonmatí se ha impuesto a esos dos partidos en los que España cayó derrotada en París, alzándose así con el cuarto Balón de Oro femenino; el sexto en el cómputo global nacional.